¿Hacemos más con menos?
La crisis nos obliga a ser más responsables con nuestros ingresos
La gestión de las finanzas personales puede ser todo un arte. En momentos de abundancia económica quizá todo resulta más fácil, pero cuando vienen épocas en las que hay que extremar la atención en cada céntimo es cuando se necesita que la cautela y la responsabilidad se apoderen de nosotros. Esto último es precisamente lo que ha debido de pasar durante el mes de septiembre, ya que la morosidad en el crédito en España ha descendido hasta situarse en un 13,01% respecto al total de créditos.
Esto se debe a que la cantidad de créditos dudosos –morosos– ha descendido en el mes de septiembre hasta situarse en 180.517 millones de euros, cuando tan solo un mes antes el importe de dichos créditos era de 184.203 millones de euros, todo ello según los datos aportados por el Banco de España en referencia a las entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito.
Mayor conciencia de las posibilidades
¿Esto quiere decir que se ha adquirido una mayor conciencia sobre el crédito, sus condiciones y sus consecuencias? Es posible que cuando la situación ya es delicada de por sí, aquel que solicite un crédito ponga toda su atención en todos y cada uno de los aspectos que rodean a la forma de financiación escogida. Tanto es así que según los últimos datos del Banco de España, en septiembre la deuda de los hogares españoles ha caído un 0,16% respecto al mes anterior, lo que sitúa a la deuda de las familias españolas en 757.305 millones de euros. Ello supone que a nivel interanual, la deuda se ha visto reducida en un 4,0%, y encadena desde diciembre de 2013 hasta estos últimos datos un descenso continuado.
Antes de decidir, hacer un análisis
Aún con los índices de deuda familiar en descenso mes a mes, la cautela y el sentido de la responsabilidad también deben primar cuando la única solución frente a un problema económico pasa por solicitar financiación a través de alguno de los diferentes sistemas que hay hoy día al alcance. Los minicréditos y créditos son herramientas útiles a las que poder acudir e incluso obtener el dinero de forma rápida.
Pero antes de decantarse por una de estas soluciones, conviene hacer un buen análisis previo de la motivación real que lleva a la petición del dinero, de la capacidad también real de devolución del crédito y de la cantidad que se solicitará atendiendo a los dos criterios anteriores, no solicitando más de lo estrictamente necesario.
A partir de ahí, será cuestión de valorar todos los pormenores de cada una de las opciones, teniendo muy en cuenta el interés del crédito, los plazos de devolución y los costes por demora en caso de incurrir en ella. Teniendo todo ello en cuenta y conociendo toda la oferta disponible, habrá que decidirse por una compañía o entidad.
Ser más responsables y atentos con el pago de los créditos hará que la tasa de morosidad siga descendiendo y por tanto que las puertas del crédito al consumo, créditos proyecto y préstamos hipotecarios se vuelvan a abrir de modo que los requisitos no sean tan excesivamente duros como lo eran hasta ahora. Todo hará que el sistema crediticio vuelva a su ser, lo que sería sin duda sinónimo de mejoría en todo el país.
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