Usar redes wi-fi públicas con seguridad

Internet está cada vez más presente en nuestro día a día. Nos acompaña en muchas de las acciones que se llevan a cabo y supone una herramienta que ofrece mil y una posibilidades. Pero la forma en la que se establece una conexión ya no queda limitada a un ordenador de mesa y al hogar o la oficina, sino que el avance de la tecnología ha provocado el desarrollo de distintos dispositivos con los que poder estar conectados allá donde vayamos. Por un lado nos encontramos con múltiples dispositivos (móviles, tablets, portátiles, relojes inteligentes…) y por otro nos encontramos con múltiples lugares en los que poder tener acceso a Internet de manera gratuita (aeropuertos, restaurantes, bares, tiendas, kioskos…).

Tener acceso a Internet a través de una wi-fi pública es una alternativa válida y útil para estar siempre conectados, dentro y fuera de casa y con cualquier dispositivo, además de permitirnos ahorrar en nuestra tarifa de datos. Pero este tipo de conexiones entrañan una serie de riesgos a tener en cuenta antes de dar al botón de “conectar”. De hecho, según el estudio llevado a cabo por la informática Kaspersky llamado Hábitos de seguridad multi-dispositivo en España 2014, el 73,39% de los usuarios encuestados se conectan a través de redes Wi-Fi públicas y gratuitas.

¿A qué se expone el usuario al utilizar estas redes?

Una red pública permite que cualquiera pueda conectarse a ella, pero también implica no saber quién es el administrador de dicha red y tampoco conocer si existen medidas de seguridad.

Uno de los riesgos que existen con este tipo de redes es que los datos que a través de ella se transmiten pueden ser robados. Las redes abiertas (sin contraseña) permiten que cualquier usuario (que sepa cómo) pueda leer los datos que cualquier otro usuario conectado transmita; aunque sea una red con contraseña y la información esté cifrada, no quiere decir que no sea vulnerable. Según el estudio de Kaspersky antes mencionado, puede ser preocupante que el 40% de los encuestados afirmen que exponen sus datos personales e incluso financieros al conectarse a través de una red pública.

Además también hay riesgo de robo de los datos que hay almacenados en el equipo con el que se ha accedido a la red pública. Y no solo se pueden producir robos sino que también puede que nuestros dispositivos queden infectados por un usuario malintencionados.

¿Cómo poder usar una red wi-fi de forma segura?

La misma Oficina de Seguridad del Internauta propone una serie de acciones con las que poder aumentar la seguridad de las conexiones a través de una red pública.

• Instalar un cortafuegos. Tener instalado y correctamente habilitado un cortafuegos hará que no pueda haber conexiones entrantes al propio equipo por parte de otros.
• Parches de seguridad. Es conveniente actualizar las aplicaciones que están en los dispositivos ya que de no hacerlo, un atacante puede utilizar los pequeños fallos de seguridad que las aplicaciones puedan tener y tener por tanto acceso a los dispositivos.
• Sincronización desactivada. Consiste en desactivar todas las posibles sincronizaciones automáticas que puede haber una vez que se esté conectado a una red que a priori no es segura.
• Sistema antivirus. Sirven para poder detectar e impedir que cualquier software malintencionado infecte y genere problemas a los dispositivos conectados.
• Limpieza de lista de redes wi-fi. Una vez que el dispositivo se conecta a una red, ésta queda memorizada. Es interesante poder realizar una limpieza de todas aquellas redes que han sido utilizadas en un momento puntual y que son inseguras para dejar solo aquellas que son de confianza.