“Lo quiero todo y lo quiero ahora”
La industria del turismo de lujo encuentra en los ‘millennials’ un mercado para promover la experiencia de los viajes exclusivos
Una tarde de gin tonics en una terraza en Barcelona mientras te hacen una manicura, o una cena al aire libre con platillos hechos de productos orgánicos sembrados en un huerto en la Riviera Maya son algunas de las experiencias que los jóvenes nacidos entre las décadas de los años 90 y 80 buscan. Los llamados millennials (cumplieron su mayoría de edad en torno al año 2000 y que ahora tienen entre 25 y 35 años) son el mercado emergente que las compañías y hoteles de turismo de lujo han encontrado para evolucionar y transformar el sector. Esta es una de las conclusiones a las que han llegado cientos de promotores de los destinos turísticos exclusivos en el International Luxury Travel Market Americas (ILTM), la tercera edición de la feria de viajes de lujo que se ha celebrado esta semana en Cancún.
Este bloque generacional, a pesar de haber vivido durante su infancia y primera juventud en un clima de constantes periodos de crisis económicas en todo el mundo, está interesado en hacer de sus viajes una experiencia de vida inolvidable y gastar lo que sea en ello, expone Antonio de la Rocha, consultor especializado en turismo. “A veces tienen dinero y a veces no tienen dinero, no importa el nivel económico en el que estén. La cuestión de los precios no es relevante para los millennials. Ellos piensan ‘si quiero algo lo voy a comprar, aunque cueste más de lo que tengo’”, explica. Rocha asegura que si las marcas de lujo logran entender a los millennials y su necesidad de poseer de forma inmediata varias experiencias de vida a lo largo de un viaje, seguramente estos jóvenes se convertirán en sus clientes durante los próximos 40 años.
Si las marcas de lujo logran entender a los millennials, estos jóvenes se convertirán en sus clientes durante los próximos 40 años
Una generación altamente informada o con mejor acceso a medios de información que sus antecesores también representa un público turístico más exigente, reconoce Rocha. “Saben manejar la información de una mejor forma. Hacen una investigación hasta que pueden encontrar el mejor precio o a veces ni siquiera es una cuestión de precio si no de encontrar realmente lo que están buscando”. Así hoteles de lujo como el Península ha instalado en sus habitaciones tabletas electrónicas para que sus huéspedes tengan el control total de los servicios del hotel en un solo instrumento, o ante la preocupación de los visitantes por el medio ambiente, el Hotel De Las Letras en Madrid ha decidido ofrecer productos de aseo personal eco friendly.
Las compañías de turismo de lujo también observan con detenimiento el comportamiento de este mercado en las redes sociales. Mario Jobbe, consultor en el tema de Brand Karm, está convencido de que la información que se comparte y se torna viral en torno al turismo proviene de estos jóvenes. “Los millennials están definiendo el lujo por cuántos ‘me gusta’ obtienen de la información que comparten”. Rocha difiere y señala que esta gran generación de nuevos consumidores dejará de lado las redes sociales y estará más enfocada en los detalles que un destino pueda ofrecerle y en las experiencias que no pueda encontrar en otro lugar.
La premisa de “lo quiero todo y lo quiero ahora” toma relevancia en el sector turístico, sin embargo, Rocha advierte de que los millennials, como clientes exigentes, buscarán que todas las promesas de los hoteles de lujo se cumplan a sus llegada. El reto del sector será cumplir con inmediatez a las demandas de estos jóvenes y hablar con ellos el mismo idioma. El turismo de lujo ha puesto en marcha la evolución.
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