“Nos gustan los negocios sencillos”
En 25 años de historia, la boutique de gestión de activos independiente se ha hecho un hueco
EDM es una boutique de gestión de activos independiente —el capital está en manos de sus socios— que en sus 25 años de historia se ha hecho hueco en el mercado gracias a sus buenos resultados, basados fundamentalmente en una estrategia conservadora a largo plazo, con alta exposición a la renta variable y especializada en la búsqueda de compañías infravaloradas. Tiene cerca de 2.000 clientes, en su mayoría altos patrimonios, y un volumen de activos de 2.250 millones de euros, gestionados mayoritariamente a través de fondos de inversión propios. Eusebio Díaz-Morera (Barcelona, 1945) es uno de los fundadores de la compañía y su presidente en la actualidad.
Pregunta. ¿Qué lecciones deja la crisis financiera para un gestor de activos?
Respuesta. Hay tres grandes riesgos para los inversores, y no siempre se perciben de la misma forma. El peor de todos es la insolvencia, luego la iliquidez y, por último, la volatilidad. Hasta ahora, en nuestro sector sólo se prestaba atención al último de los riesgos. Se pensaba que los otros dos eran irrelevantes, pero se ha demostrado que no es así. Por lo tanto, esta crisis ha dejado claro que es importante evitar los riesgos de insolvencia e iliquidez. La volatilidad es reflejo del estado de ánimo de los inversores, que es cambiante. La historia demuestra que al final las valoraciones tienden a las medias y, por lo tanto, la volatilidad es algo que no debería preocupar si se dispone de tiempo. La inversión a corto plazo es muy difícil, es propia de especuladores. Un inversor es fundamentalmente alguien que piensa y razona a largo plazo.
P. Ustedes no hacen arquitectura abierta, puesto que confían en sus propios fondos. Esto se podría interpretar como un signo de desconfianza sobre la gestión que se hace en España. ¿Cree que los profesionales locales reúnen la calidad suficiente?
R. En España pesa más la distribución de fondos que la gestión. Además, hay una aproximación de arriba abajo, es decir, prima la asignación de activos y se trata de apostar por aquellos mercados que pueden ir bien. Eso no casa con nuestra idea. Pensamos que los mercados son impredecibles y, por lo tanto, nos gusta más hacer una selección individual de activos por su calidad y su precio.
P. ¿Qué planes de crecimiento tiene EDM?
R. Hemos crecido a un ritmo superior al 15% anual durante los 25 años de vida y nos gustaría seguir haciéndolo así. Si lo logramos, estaríamos hablando de doblar nuestro tamaño cada cinco años. La razón de la necesidad de crecimiento es doble. La primera es que nos permite incorporar a gente de valía, algo fundamental en una empresa de servicios como la nuestra. En segundo término, estamos en un negocio regulado y con una expectativa de regulación creciente, lo que supone unos costes que sólo se pueden absorber con volumen.
P. Su aspiración es ser una boutique internacional. ¿Hay algún modelo que les gustaría replicar?
R. La verdad es que no. Nosotros hemos ido elaborando nuestra propia ruta. Lo importante es tener la convicción de que podemos ofrecer a nuestros clientes un servicio con valor añadido. En ese sentido, nuestra creencia es que el valor está en la identificación de compañías de calidad y no tanto en saber qué va a hacer mañana el mercado. Entendemos que la estrategia de adivinar las tendencias del mercado es muy especulativa y nosotros somos gestores conservadores que invierten el dinero de clientes conservadores, lo cual no excluye que la mayoría del dinero que gestionamos, un 65%, esté en Bolsa.
P. ¿No es una contradicción?
R. No lo vemos así. La historia demuestra que a largo plazo la inversión en acciones de calidad es lo único que genera valor. Pero hay que convencer al cliente de que no debe medir los resultados con un carácter cortoplacista. Se nos clasifica como gestores activos, pero en realidad nuestra rotación es baja. Yo diría que somos gestores selectivos.
“Nos gustan las compañías cuya dependencia del ciclo económico es menor, ya que son más fáciles de valorar”
P. ¿En qué momento de mercado nos encontramos?
R. Nuestra apuesta estructural es favorable a invertir en acciones por los motivos descritos anteriormente. Dicho esto, creo que estamos en un momento de mercado interesante porque los países más adelantados en el ciclo económico, EE UU y Reino Unido, van a normalizar sus tipos de interés, mientras que la zona euro está más atrasada y el precio del dinero seguirá muy bajo por más tiempo.
P. ¿Qué tipo de compañías y de sectores le gustan más?
R. Las compañías de EE UU cotizan a múltiplos más altos, pero es en este mercado donde también el ritmo en el crecimiento de los beneficios es mayor. En Europa, por el contrario, las valoraciones son más bajas, pero el incremento de las ganancias es inferior. Nosotros no buscamos inversiones desde un punto de vista sectorial, pero sí nos gustan las compañías cuya dependencia del ciclo económico es menor, ya que son más fáciles de valorar. Nos gusta invertir en empresas que cada año ganen más dinero que el anterior sin necesidad de que la economía crezca mucho. Esto nos lleva de manera natural a sectores poco cíclicos como alimentación, consumo básico, salud...
P. En EDM se estudian a fondo las empresas antes de invertir en ellas. ¿Qué reflexión hace del caso Gowex?
R. Nosotros no teníamos acciones de Gowex. Lo primero a la hora de invertir es entender el negocio de la empresa, saber de dónde surgen los ingresos. Por eso nos gustan los negocios sencillos. El segundo factor importante es conocer al equipo gestor para poder formular un juicio de valor sobre su calidad y su honestidad. Al final, las compañías están gestionadas por personas. El tercer factor clave para tomar una decisión es el precio. Una compañía buenísima, pero en la que entramos a precios demasiado altos, se convierte en una mala inversión. Todo esto es puro sentido común, pero son pautas que en la práctica resultan difíciles de aplicar porque el factor emocional del mercado provoca que te enamores de algo simplemente porque su precio sube.
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