La Comisión Europea sopesa la reapertura del ‘caso Google’
Bruselas amplía el plazo para que los rivales presenten pruebas contra el buscados
El caso no está cerrado. La Comisión Europea estudia reabrir el principio de acuerdo alcanzado con el gigante tecnológico estadounidense Google, según fuentes familiarizadas con ese asunto, lo que supondría un viraje en toda regla en ese largo contencioso, que dura ya cuatro años. Las fuertes presiones de sus rivales, que han criticado con dureza ese pacto y tratan de proporcionar argumentos a Competencia para que exija más concesiones, podrían fructificar después del verano con un cambio de posición por parte de Bruselas, según las citadas fuentes. En caso de que eso suceda, es poco probable que sea el vicepresidente y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, quien cierre el caso. Será su sucesor, a partir de noviembre —con la nueva Comisión liderada por el luxemburgués Jean-Claude Juncker—, quien lidie con los capítulos finales de la saga Google.
La Comisión investiga al buscador desde noviembre de 2009, la fecha en la que recibió las primeras denuncias, y ha conseguido ya dos rondas de acuerdos con la empresa, que nunca han satisfecho los objetivos de sus rivales. Google acumula un poder de mercado superior al 90% en Europa. Tras el pacto alcanzado el pasado febrero, una veintena de denunciantes recibieron una carta de Competencia con los detalles, y en torno a la mitad de ellos han vuelto ya a la carga con nuevos argumentos para conseguir un acuerdo más duro. Competencia ha ampliado hasta el 4 de agosto ese proceso de recogida de información, y después del parón vacacional examinará las quejas de los competidores.
La decisión definitiva llegará en septiembre. Hay posibilidades, según las fuentes consultadas, de que el equipo de Almunia solicite a Google un nuevo acuerdo, o incluso hay opciones de que se ponga en marcha una nueva investigación de más amplio alcance si se encuentran nuevas evidencias contra la compañía, siempre según las fuentes consultadas, familiarizadas con el caso.
Competencia investiga al buscador desde noviembre de 2009
Google dio a sus rivales un lugar más preeminente en las búsquedas y ofreció a Competencia mostrar los resultados de manera que sus competidores se mostraran menos críticos, tras una larga batalla legal en la que el buscador y Competencia han perseguido siempre un acuerdo que evitara las sanciones. Pero las críticas de los rivales, incluso de varios comisarios y de diversos ministros alemanes y franceses, han arreciado a lo largo de las últimas semanas. Pese a que muchos analistas daban el caso por cerrado, Almunia ha aludido siempre al procedimiento legal, que deja abiertas todas las posibilidades, aunque ha manifestado su preferencia por un acuerdo que evite la multa y el posterior paso por los tribunales. Pese a que Google ha negado reiteradamente que vaya a hacer nuevas concesiones, sus rivales ponen el acento en que los cambios formales en el buscador, que ofrecen más visibilidad a los competidores, no han resuelto el problema. Y destacan que Google cobra incluso a esos competidores por dejarles aparecer en las búsquedas.
Bruselas exigió en su día al buscador cuatro cambios en su modelo de negocio para zanjar el asunto y evitar así que desemboque en multas millonarias: que suprima la presunta preferencia que da a sus propios servicios de búsqueda especializada frente a sus competidores; que no vampirice el contenido de otros buscadores especializados y lo incorpore como material propio, sin autorización previa; que no imponga exclusividad a los clientes que usan sus servicios como buscador de anuncios, y que no imponga restricciones a los programadores de las plataformas de subastas de anuncios para evitar la migración de ese mercado desde su servicio AdWords al de competidores. Pero en apenas unas semanas dispondrá de más munición para pedir más concesiones, o incluso para ampliar la investigación.
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