Norberto Odebrecht, magnate brasileño

Norberto Odebrecht (Recife, 1920) murió este sábado a los 93 años en un hospital de Bahía. Este empresario hecho a sí mismo lideraba el grupo de ingeniería y construcción más grande de América Latina.

Descendiente de alemanes, empezó su meteórica carrera como empresario recibiendo una montaña de deudas. La empresa de ingeniería de su padre no había sobrevivido bien a la II Guerra Mundial, que encareció los materiales de construcción, pero se sobrepuso bajo el mando del joven empresario. A los 21 años, llegó a acuerdos con los bancos y fundó la constructora al frente de la que se quedaría durante cinco décadas. Educado estrictamente en casa, había hecho de todo en la empresa familiar. Obsesionado desde entonces con la idea del trabajo como “servicio”, en 1983 publicó tres volúmenes de su libro Sobrevivir, crecer y perpetuar, donde hablaba del “placentero ejercicio del espíritu del arte de servir”. Una idea compatible con la riqueza: Odebrecht era en 2013 el noveno hombre más rico de Brasil, según Forbes.

Los negocios de Odebrecht prosperaron durante la dictadura militar de Brasil (1964-1985) y el llamado “milagro brasileño”. Entre otros proyectos, construyó la sede central de la petrolera estatal Petrobras, una universidad, un aeropuerto y una central nuclear. Durante los sesenta y setenta se expandió a otros países de América Latina y África. Odebrecht opera ahora en 23 países y emplea a unas 200.000 personas. El grupo abarca la construcción, la ingeniería, la petroquímica, la energía, la industria naval y la defensa. El año pasado facturó más de 32.000 millones de euros, con un beneficio de más de 160 millones.

Además de sus vínculos con la dictadura, el grupo no ha estado exento de escándalos: el pasado 13 de junio, el Ministerio de Trabajo de Brasil inició un proceso judicial contra el holding por trabajo esclavo y tráfico internacional de personas en una central de caña de azúcar en Angola. Las concesiones de obras públicas de Odebrecht incluyen aeropuertos, carreteras, universidades y, recientemente, las obras de tres estadios del Mundial de fútbol, inmersas en la polémica debido a los costes y los retrasos en la construcción.

Emilio Odebrecht, el hijo de Norberto, preside actualmente el consejo de administración. Su nieto Marcelo tomó el mando como CEO de la compañía en 2008.