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Holanda obstaculiza el acceso de Guindos a la presidencia del Eurogrupo

El español cuenta con el “apoyo general” de los Veintisiete, según Van Rompuy

Claudi Pérez
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, con el ministro de Economía, Luis de Guindos, en diciembre de 2013.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, con el ministro de Economía, Luis de Guindos, en diciembre de 2013. Yves Logghe (AP)

El ministro español Luis de Guindos cuenta con “apoyo general” para acceder a la presidencia del Eurogrupo, el órgano que reúne a los titulares de Economía y Finanzas de la eurozona y que tiene un papel capital en la gestión de la política económica europea. Esa es la impresión transmitida por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a algunas de las principales delegaciones europeas, según una nota diplomática a la que ha tenido acceso este periódico.

Van Rompuy preparó la fallida cumbre del pasado miércoles en Bruselas con el objetivo de consensuar los principales nombramientos en la Unión, con una serie de conversaciones con los jefes de Estado y primeros ministros. En una de ellas, según el citado cable, aseguró que Guindos cuenta con luz verde para sustituir a Jeroen Dijsselbloem, sobre la base de que el cargo siga siendo temporal y no permanente, y en cuanto el ministro holandés complete su mandato, a mediados de 2015.

“El único obstáculo”, según Van Rompuy, “es Mark Rutte”, el primer ministro holandés, “que está creando un problema”. “Esos puestos tienen un ciclo natural y uno debe saber cuando ha terminado su tiempo”, según la nota.

Holanda juega varias partidas a la vez: Rutte opta a sustituir a Van Rompuy en el Consejo, pero no es —ni de lejos— el principal favorito

Rutte quiere jugar esa baza con la vista puesta en conseguir para Dijsselbloem un puesto relevante en la próxima Comisión Europea de Jean-Claude Juncker. Holanda juega varias partidas a la vez: el propio Rutte es uno de los nombres que suenan para sustituir a Van Rompuy en el Consejo, aunque no es —ni de lejos— el principal favorito. El problema de Dijsselbloem es que Juncker no quiere verle ni en pintura, después de unas declaraciones en televisión en las que le tildó de “bebedor empedernido”.

Además, las relaciones entre Holanda y España no son las mejores desde que el propio Guindos fuera el único ministro que no votó a favor del nombramiento de Dijsselbloem para el Eurogrupo, por la formidable pérdida de peso de españoles en las instituciones. Fuentes españolas señalan que otra de las fórmulas posibles es que Dijsselbloem acceda desde el próximo otoño a la presidencia del mecanismo de resolución bancaria, el organismo que cerrará entidades en la UE. Pero esa es una opción muy remota.

“El problema de España”, según fuentes diplomáticas, “es que el consenso acerca de Guindos es general y empieza por Alemania, pero la presidencia del Eurogrupo es solo el tercer cargo en liza: antes hay que decidir el puesto de alto representante de política exterior y la presidencia del Consejo. En función de los equilibrios regionales, de género y de todo tipo, cuando le llegue el turno a Guindos ese consenso puede haber desaparecido”.

Van Rompuy quiere que el de Juncker sea el único cargo que ha exigido votación: quiere los Veintisiete decidan por consenso —por lo que, en principio, habría posibilidad de veto— tanto el Eurogrupo como su sucesor en el Consejo y el próximo jefe de la diplomacia europea. En este contexto, fuentes de La Moncloa mantienen oficialmente que no les consta que Holanda tenga nada ni contra España ni contra Guindos.

Madrid admite que debe preparar alternativas a Cañete en la Comisión

Todo eso se decidirá en la cumbre del 30 de agosto, pero el jaleo ya ha empezado. Tras la investidura de Juncker, el luxemburgués dejó claro ante los líderes de los Veintiocho, en la reunión del pasado miércoles, que las decisiones sobre las carteras en la Comisión “no son competencia del Consejo [es decir, de los jefes de Estado y de Gobierno], sino prerrogativa suya”, según una segunda nota diplomática. El fiasco en los nombramientos convirtió la cumbre en una especie de “petardazo”, según el mismo texto, en el que ni siquiera faltaron los líos: el primer ministro británico, David Cameron, se enzarzó en una agria polémica con el presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, que ha desautorizado a la persona elegida por el Reino Unido para la Comisión: Jonathan Hill. Schulz dijo que la Eurocámara “debería rechazar” a lord Hill, a quien calificó de “radical antieuropeo”. En la cena con los líderes, Schulz declaró que había sido malinterpretado.

España tiene un problema más: Juncker ha pedido al presidente Rajoy que presente a mujeres para el puesto español, lo que podría dejar fuera a Arias Cañete. “El presidente va a insistir”, según fuentes españolas, “pero si hay dificultades en el Parlamento Europeo habría que afrontarlo”. Esas dificultades vienen por el desafortunado incidente que protagonizó Cañete en el que descalificó con machismo a la candidata socialista, Elena Valenciano, algo que podría costarle el puesto.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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