Así fue la venta de la sede de Telefónica a AXA RE

La venta de la Torre de Telefónica en Barcelona a AXA Real Estate por 107 millones de euros ofrece rentabilidad desde el minuto uno. Telefónica paga 6,535 millones de euros anuales de alquiler, con un contrato firmado en 2010 por un periodo de 50 años con el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), dueño del inmueble.

El contrato recoge una cláusula de obligado cumplimiento hasta 2026 que debe ser respetada por Telefónica, a partir de esa fecha tiene libertad para romper el contrato. Se da por hecho que no lo hará, el edificio es su buque insignia en Cataluña, y la actualización de la renta está indexada a IPC.

De cualquier forma, el edificio fue diseñado para ser un hotel, y en caso de quedarse vacío podría cambiar su uso con escasa inversión, gran ventaja observada por AXA RE dado que Barcelona tiene una fuerte demanda hotelera. "Es una buena inversión porque la extensión de Diagonal en el distrito 22@ y la plaza de Les Glòries es una zona de gran futuro en la ciudad condal. Empresas de gran renombre, como Cuatrecasas, instalarán allí su sede próximamente", explica Patricio Palomar Murillo, director de Análisis de Mercado y Estrategia de Inversión de CBRE.

Se desconoce el comprador final de la Torre de Telefónica. AXA Real Estate, rama inmobiliaria de la aseguradora francesa AXA, ha actuado en nombre de un cliente inversor. Dos millones de euros han sido suficientes para arrebatar el edificio a su oponente, el empresario Ibrahim Hassan, de Qatar, que ofreció 105 millones de euros. El tercero en discordia fue Antener Group, un vehículo inversor, que quedó fuera del concurso por defecto de forma. Los aspirantes al concurso debían entregar dos sobres, uno con todos los detalles de la operación y otro con la cantidad ofrecida, y Antener entregó ambas cosas en un solo sobre.

La Torre de Telefónica, con 34.000 metros cuadrados construidos, ha tenido muchos pretendientes. CZFB sacó el edificio por 98,5 millones de euros (ha sacado un 8,8% más) con la exigencia de una fianza de 25 millones de euros que debía quedar en depósito durante los tres meses de la tramitación del concurso público. La condición desincentivó a una veintena larga de interesados. En una fase posterior han quedado descolgados seis potenciales compradores, ninguno sobrepasó la cantidad pedida por CZFB. Dos de ellos eran fondos inmobiliarios alemanes de tipología core invertidos en oficinas, y algo menos en centros comerciales, en todo el mundo.