La buena producción comunitaria hunde al sector de la fresa

Las producciones al alza en el resto de los países comunitarios, junto a un adelanto en el proceso de maduración de los frutos por las condiciones climatológicas, han supuesto esta campaña el hundimiento del sector de la fresa en España. Según los datos manejados por los productores y exportadores las ventas en el exterior, cuando la campaña se halla en su fase final, se han reducido por encima del 15%. Eso ha supuesto una mayor oferta en el mercado interior y una fuerte caída en una de las peores campañas de la historia del sector.

España, con una producción media de 300.000 toneladas, es el mayor productor de fresa comunitario y, sobre todo, el principal exportador en base a una superficie de cultivo ligeramente por encima de las 7.000 hectáreas de las que la casi totalidad, el 96%, se concentra en Huelva.

En condiciones normales, las exportaciones de fresa al resto de los países comunitarios, especialmente a Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, han superado el 70% de la producción. Sin embargo, año tras año, al igual que está sucediendo en otras producciones de frutas y hortalizas como tomates, pimientos o espárragos, países netamente importadores están potenciando las producciones propias en muchos casos con grandes y modernas estructuras y menores costes como invernaderos con energía subvencionada o cultivos hidropónicos, lo que les sitúa en una buena posición de competitividad frente al exterior. En el caso de la fresa, Alemania cuenta ya con una producción media de 150.000 toneladas, Polonia supera las 170.000 toneladas y, tanto Holanda como Francia mantienen una línea de crecimiento hasta superar cada uno las 50.000 toneladas