“Europa es el continente de la nueva oportunidad”
Aunque el consejero delegado de Accenture ve con futuro al Viejo Continente, está preocupado "por la falta de visión de sus gobernantes y políticos”
El tiempo, medido. Treinta minutos para la entrevista. En ese tictac se incluyen las imágenes del fotógrafo, que dispara súbito sus fogonazos. La agenda de Pierre Nanterme (Lyon, Francia, 1959), consejero delegado de la consultora Accenture, está asfixiada. Comprensible en alguien que maneja una compañía que factura 28.600 millones de dólares y emplea a 289.000 trabajadores. El ejecutivo llega al encuentro para hablar de un gigante que cambia. Es más tecnológico. Y para afrontar ese reto ha creado una nueva división (Accenture Digital) con 23.000 personas. Con ella, la empresa mira, de frente, un escenario donde los márgenes se reducen y la tensión de los precios aumenta.
Pregunta. Negocios le entrevistó en abril de 2011. Entonces estábamos en medio de una pesadilla financiera. ¿Estamos ahora en medio de la recuperación?
Respuesta. Diría que sí. El mundo se está recuperando, también Estados Unidos; y vemos algunas señales positivas en Europa.
P. Frente a este mensaje esperanzador, hay otros preocupantes: “El devastador desempleo juvenil en España impedirá el desarrollo profesional de millones de jóvenes durante años”. La frase es suya.
R. El paro es la principal preocupación no solo en España sino en todo el mundo. La recuperación no es lo suficientemente fuerte para generar crecimiento. Necesitamos un desarrollo y una recuperación más poderosa —por encima del 2% del PIB en Europa— para que caiga el paro.
P. En el foro de Davos sorprendió con una afirmación alarmista: “Si Europa fracasa podríamos tener no cinco años sino 20 de crecimiento mediocre”. ¿Estamos cerca de que suceda?
“Europa tiene
R. La diferencia entre que sean cinco o 20 años residirá en la habilidad de los países europeos para coordinar sus esfuerzos al más alto nivel con el fin de crear crecimiento. Aún no está claro cuándo Europa será más fuerte. Hablamos mucho del papel del Banco Central, pero será también responsabilidad de sus dirigentes.
P. Otro de los problemas analizados en Davos fue la creciente brecha entre los más ricos y los más pobres del planeta.
R. Es un gran problema. Como lo es el elevado desempleo, sobre todo entre los jóvenes. Serán temas prioritarios en la próxima reunión del G-20 en Australia. Accenture está muy comprometida tanto en ese encuentro como en el B-20 [reúne, también en Australia, a representantes de grandes empresas de países del G-20]. Estamos centrados en todo lo relativo al capital humano y aquí hay dos asuntos básicos. Por un lado, el autoempleo. Qué tipo de políticas pueden poner en marcha los Gobiernos del G-20 para crear un ambiente que sea más favorable a las start-up y al emprendimiento. Y, por otro, las actuaciones orientadas a mejorar los conocimientos de los trabajadores y flexibilizar el mercado laboral. Con una mayor flexibilidad y más formación a lo largo de la vida, las fuentes de generación de empleo serían más ágiles.
P. Un amigo suyo, Christophe de Margerie, consejero delegado de Total, asegura que “Europa debería ser reclasificada como un país emergente”. Suena intranquilizador.
R. No se refiere a que Europa sea un mercado incipiente. Lo que sostiene es que el continente es una nueva oportunidad. Existe una nueva oportunidad para que los negocios redescubran Europa. El continente supone el 25% de la economía del planeta. La recuperación ya ha doblado la esquina y muchas de las 2.000 empresas más grandes del mundo son europeas. Si unimos estos dos hechos hará que el Viejo Continente sea, por decirlo así, una economía emergente.
P. Por cierto, ha habido mucha fe en los mercados emergentes. ¿Fue un error tanta confianza?
“Fue un error confiar tanto en
R. Probablemente sí. Ahora mismo hay más volatilidad en esos mercados de la que nos gustaría. Aun así, Accenture no cambiará sus inversiones. Seguimos confiando en China, Brasil, México, Colombia, Indonesia…
P. Se muestra muy preocupado por el resultado de las elecciones europeas. ¿Por qué?
R. Mi preocupación va por dos caminos. El populismo está aumentando en toda Europa. Con lo que el antieuropeísmo se desarrolla en más partidos políticos y, desde luego, no es algo bueno. Mi segundo temor es la carencia de visión del continente. Si quieres mantener a la gente unida necesitas un papel estelar de los países líderes, incluido España, para que esta parte del mundo resulte convincente y atractiva. El problema es que Europa se vuelva demasiado técnica y burocrática y carezca de esa visión para mantener a las personas juntas.
P. ¿Se refiere a falta de liderazgo político?
R. En Europa todo es un tema de gobernantes y políticos. Se ha convertido en un continente muy grande: 28 países. Y los gobernantes no han seguido el ritmo de la expansión. Incluso hoy continúa siendo difícil alcanzar consensos. Queda pendiente impulsar una profunda revolución de la Administración europea. Me gustaría ver una federación más fuerte en Europa que pudiera liderar una vigorosa agenda económica en esta parte del mundo.
Otro de los problemas es que la regulación está demasiado fragmentada. Accenture para operar en Europa tiene que cumplir con 28 regulaciones. El mismo mercado en Estados Unidos solo necesita una. El potencial europeo es enorme, pero también el nivel de fragmentación y la complejidad para operar, y esto frena el crecimiento. Creemos en el continente, tenemos 60.000 personas trabajando en él, pero ha llegado el momento de completar el viaje. Si no se lograra, ese retraso en el crecimiento de 20 años del que le hablaba sería un riesgo real.
“El problema
P. ¿Pasarán todas las entidades los test de estrés del Banco Central Europeo?
R. Eso espero. Todos los bancos, también los españoles, han trabajado muy duro en Europa para recomponer sus niveles de liquidez y capitalización. Me sorprendería si un número elevado o algunos grandes bancos no lo superasen.
P. En el último trimestre fiscal, que cerraron en febrero, los beneficios operativos cayeron un 19%, hasta sumar 951 millones de dólares. Parecen flojos.
R. Son buenos resultados. Muchas compañías en el mundo desearían tenerlos. Son fantásticos, por ejemplo, desde el punto de vista de los ingresos [7.130 millones de dólares]. Aun así, estamos trabajando para recuperar una mejor posición.
P. ¿Estos resultados tienen relación con la presión en los precios?
R. Sí. Trabajamos en un mercado muy competitivo porque no tiene grandes barreras de entrada, no es muy intensivo en capital y además hay formidables competidores.
P. En abril pasado cambiaron su lema corporativo. “Consulting, Technology, Outsourcing” dejó paso a “Strategy, Digital, Technology, Operations”. ¿Por qué?
R. Creemos que al mismo tiempo que cambia el mundo también lo hacen las necesidades de los clientes. Hoy en día nuestros servicios están orientados a la estrategia, la tecnología y al mundo digital. El lema anterior reflejaba el tipo de servicios que dábamos antes. El mensaje actual representa lo que ofrecemos en el presente y en el futuro.
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