OHL, fuera mejor que en casa
El grupo acelera su globalización ante el deterioro de sus actividades en España
Mejor fuera que dentro. OHL, que ultima estos días el cierre de su ejercicio 2013, ha acelerado en los últimos meses el registro en cartera de pedidos internacionales, ha desmentido que existan dificultades entre los socios que construyen el AVE a La Meca y ha materializado algún traspiés —previsto como mal menor desde hace meses— como ha sido la reciente declaración de concurso de acreedores de su autopista de peaje entre Madrid y el aeropuerto de Barajas, con una deuda de unos 500 millones (OHL valora la concesionaria en concurso en 89,7 millones, el 0,65% del activo consolidado de todo el grupo).
La sucesión de sus contratos en el exterior no se ha visto perturbada, al menos hasta ahora, por el conflicto que protagoniza la también española Sacyr en el Canal de Panamá.
En el mes de enero, OHL se ha adjudicado precisamente junto a Sacyr una autopista en Santiago de Chile presupuestada en 710 millones de euros. De forma independiente o con otros socios, se ha hecho con un contrato aeroportuario en Miami y unas instalaciones cementeras en Honduras por un importe conjunto de 45 millones de euros. Y ha reforzado su presencia en Europa del Este con tres contratos de obras de construcción en Polonia, Chequia y Eslovenia que suman un importe de 65,6 millones.
Proyectos y cifras de negocio que se agregan a las cosechadas por el grupo en el último trimestre del pasado año. Periodo en el que se hizo, entre otros contratos, con uno de construcción y explotación durante 38 años de una autopista de peaje en Chile, con una inversión prevista de 145 millones, y con obras de ampliación del metro de Santiago de Chile por importe de 11,7 millones. Y ha desembarcado en Kazajistán con un contrato de construcción de un puente (28,9 millones).
En meses previos obtuvo un contrato para el tranvía colombiano de Medellín (70,3 millones), otro para la nueva terminal del puerto chileno de Valparaíso (270 millones), dos contratos para el metro de Nueva York (263 millones de euros) y uno para participar en la construcción del metro catarí de Doha (un proyecto de 1.100 millones), y se ha adjudicado obras en una autopista de Texas (EE UU) por 148 millones y en Perú, dentro de un consorcio, con obras en una carretera por importe de 108 millones.
Se ha adjudicado contratos en enero por más de 800 millones de euros
A 30 de septiembre, OHL contaba con una cartera de contratos pendientes de ejecutar por valor de 8.688 millones, un 7,2% más que en 2012. El 81,7% de estos trabajos se localizan en el exterior.
Pero el bálsamo de las licitaciones exteriores es relativo. La evolución trimestral de los resultados de OHL, lastrados por el mal comportamiento de la construcción en España y por su deuda, que crece, levanta suspicacias. La compañía insiste en su objetivo de situar la deuda neta al término de 2013 en una ratio sobre ebitda inferior a tres veces, pero algunas agencias de calificación y algunos analistas no lo ven fácil.
Es el caso de Moody’s, que rebajó en octubre un escalón el rating de OHL, desde Ba2 a Ba3 con perspectiva estable (corresponde a la categoría de grado de especulación o bono basura), debido a su excesiva deuda y a la ausencia de avances en su reducción. Y también el de los analistas de Société Générale, que han cambiado recientemente su recomendación de comprar sus acciones por la de mantenerlas.
En una conferencia con analistas celebrada tras la presentación de sus resultados a 30 de septiembre, OHL, que cerró el tercer trimestre con una deuda neta de 5.585,9 millones y con un deterioro del circulante de 118 millones, confirmó el citado objetivo de deuda para la totalidad del ejercicio, aunque para alcanzarlo, relata un participante en el encuentro, no descartó la posibilidad de reapalancar OHL Concesiones y traspasar deuda a la matriz.
El grupo constructor y concesional, según expertos de Renta 4, dijo en la reunión que confiaba en una mejora del circulante en el cuarto trimestre, en los dividendos a recibir de Abertis y en su plan de pago a proveedores para alcanzar su objetivo de deuda.
Su deuda creció hasta septiembre
OHL, que ingresó en noviembre 49 millones de Abertis por dividendos a cuenta del ejercicio, ha visto crecer su deuda en parte por el coste de su entrada en la firma catalana (hoy es su segundo accionista, con un 18,9% de su capital, del que un 15% lo compró en 2012, y un 3%, en marzo pasado).
La compra de estas últimas acciones a La Caixa se incorporó como garantía al crédito a tres años y sin recurso que obtuvo en diciembre de 2012 para financiar la inversión en Abertis. El importe de ese préstamo se elevó con la nueva operación a 971 millones.
En los nueve primeros meses de 2013, OHL se anotó 101 millones en el resultado por aportación de entidades que contabilizan por el método de participación, fruto sobre todo de su paquete accionarial en Abertis. Por el contrario, la inversión en el grupo catalán de concesiones fue la causa principal del incremento del 33% que la deuda de OHL registró hasta septiembre y que se situó en 5.585,9 millones.
El grupo que preside y controla Juan Miguel Villar Mir (61% del capital) emitió en octubre 100 millones de euros en bonos convertibles en acciones de OHL México, con vencimiento en 2018 y un cupón del 4%. Una emisión que completó otra previa realizada en abril en similares condiciones por 300 millones de euros.
En todo caso, hay analistas que ven el vaso medio lleno en la evolución reciente de OHL. Los del BPI o los del Santander, por citar algunos, han mejorado el precio objetivo o la opinión sobre este valor. La compañía cerró además 2013 en Bolsa con una revalorización de más del 34% y terminó enero con un incremento en su cotización del 6,4%. Hace unas semanas, por último, obtuvo el respaldo del fondo Fidelity International, que declaró una participación del 1% en OHL.
El grupo, que en el último trimestre del pasado ejercicio incorporó como vicepresidente y consejero delegado el empresario y exministro Josep Piqué, remodeló en noviembre su estructura de negocio con la constitución de una nueva división de servicios, que se suma a las de construcción y a la de concesiones. El área de servicios de OHL integrará el negocio de mantenimiento de inmuebles e instalaciones, que incluye actividades de limpieza integral, estructura de apoyo y gestión de eficiencia energética, además de las actividades relacionadas con la gestión de centros sanitarios y de atención a personas.
OHL no ha revisado tampoco, al menos en público, sus objetivos de cierre del ejercicio 2013 en ventas, que estima deben crecer por encima del 5%, y en ebitda y beneficio neto recurrente, que deberían crecer por encima del 10%.
En relación con el futuro, OHL considera la internacionalización y la I+D+i como pilares de su desarrollo y apuesta por la actividad concesional de infraestructuras, por la obra civil y la edificación singular en construcción y por el diseño y construcción de plantas en su área industrial. No descarta competir con Renfe cuando se liberalice su actividad.
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