Baja la inversión extranjera en Francia
Alemania y España casi cuadruplicaron sus resultados, según la comisión de la ONU que mide los flujos de capital en el mundo
La inversión directa extranjera (IDE) cayó en Francia un 77% en 2013, y bajó desde algo más de 10.000 millones de dólares (7.320 millones de euros) registrados en 2012 hasta 5.700 millones de dólares (4.172 millones de euros), según los datos publicados hoy por la Comisión de Comercio y Desarrollo de la ONU (CNUTAD, por sus siglas en inglés).
Las cifras, que parecen confirmar el declive francés, se suman a la caída del 35% sufrida en 2012, y resultan más inquietantes, porque los flujos de capital para crear o mantener filiales en el extranjero aumentaron un 37,7% en la Unión Europea y un 11% en todo el mundo, alcanzando 1,1 billones de euros a escala global. Francia, que era en 2005 el cuarto país mundial -y el número 16 en 2012- que más inversiones foráneas recibía, ya no está entre los veinte primeros.
Los expertos de la comisión de las Naciones Unidas, que mide las operaciones financieras así como las fusiones y adquisiciones y los flujos monetarios entre empresas madre y sus filiales, subrayan en su informe que la inversión extranjera ha recuperado “por fin el nivel anterior a la crisis”.
Francia, que era en 2005 el cuarto país mundial que más inversiones foráneas recibía, ya no está entre los veinte primeros.
Por países, la lista la encabeza Estados Unidos, que sigue siendo el destino preferido de las IDE con 159.000 millones de dólares (116.317 millones de euros). China figura segunda con 127.000 millones (93.000 millones de euros), y Rusia tercera, con 94.000 millones (68.900 millones de euros). El cuarto lugar es para un país atractivo por su inexistente fiscalidad: las Islas Vírgenes británicas (92.000 millones, unos 63.000 millones de euros).
Los datos, que son preliminares y deben ser confirmados en marzo, reflejan que la Unión Europea registró una ganancia interanual del 37,7%, lo que parece indicar que el Viejo Continente está en el buen camino. Alemania fue uno de los mayores beneficiados, con un aumento de la inversión foránea de casi cuatro veces respecto a 2012 y una IDE global de 32.200 millones de dólares (23.500 millones de euros) España progresa casi tanto como el líder de la Unión, un 37%, y recibe un flujo total superior: 37.100 millones de dólares (27.200 millones de euros). Italia, donde la inversión directa había casi desaparecido en 2012, cayendo hasta los 100 millones de dólares, saca la cabeza del hoyo y se anotó 9.900 millones de dólares.
El informa indica que los países europeos que más partido sacan de la mejoría general son cuatro paraísos fiscales: Irlanda, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, gracias a su acogedora fiscalidad y a un entorno muy favorable para el establecimiento de organismos financieros.
Francia aparece como la excepción a la regla, lo cual parece confirmar el problema de competitividad y esclerosis que le achacan desde hace dos años los liberales anglosajones y alemanes.El lunes se supo que, en 2013, cerraron 263 plantas industriales y solo se crearon 124 nuevas; esta última cifra supone un descenso del 28% respecto a 2012. Y el miércoles, Peugeot confirmó que el año pasado construyó un 12% menos de coches en suelo francés que durante los doce meses anteriores. Durante su discurso al cuerpo diplomático, François Hollande pareció consciente del problema, y afirmó: “Si conocen ustedes empresas que duden entre varios países, les invito a que les digan que es a Francia donde tienen que venir”.
Quizá la promesa de bajar las cargas patronales en 30.000 millones sirva de acicate a algunos. Pero no parece fácil. El 19 de diciembre, el diario económico Les Echos publicó un manifiesto de 50 directivos de filiales de compañías extranjeras instaladas en Francia (Coca-Cola, GE, Siemens, HP, Adecco...) en el que explicaban lo duro que les resulta convencer a sus patrones de invertir en el Hexágono.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.