Montoro insinúa que las críticas de los medios son por problemas fiscales
"Esos medios vienen a mi despacho a contarme sus problemas con la Agencia Tributaria", dice Ofrece crear el estatuto de la Agencia Tributaria para disipar las dudas sobre nombramientos
La crisis en la Agencia Tributaria está a un paso de convertir el Ministerio de Hacienda en la casa de los líos. Entre la multitud de voces que hablan sobre el revuelo en la institución sobresale la del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien este miércoles insinuó que el origen de las informaciones sobre el caso Cemex está vinculado con la situación tributaria de los grandes grupos de comunicación. No dio nombres, pero desde la tribuna del Congreso de los Diputados relacionó la convulsión en la Agencia Tributaria con presiones de algunos medios por sus problemas fiscales.
“Creo que eso tiene que ver con algunas de las cosas que leo por ahí. Alguna relación debe de tener. Cuando veo algunas informaciones, uno llega a pensar que tiene que ver con lo que está ocurriendo. ¿Será una forma de presión? Uno no llega a entender algunas informaciones. Por ejemplo, la relativa a ese expediente”, proclamó el ministro durante el debate en el Congreso en referencia al caso Cemex. Y precisó: “Lo sé porque me lo cuentan, no es que esté teorizando. Cómo no voy a conocerlo, si vienen a mi despacho a contarme sus problemas económicos”.
Montoro respondía así, en un debate de trazo grueso, a una interpelación parlamamentaria presentada por el diputado socialista Pedro Saura, que le preguntaba sobre el carrusel de destituciones y dimisiones en la Agencia provocadas a raíz del caso Cemex. El ministro trató después de suavizar el golpe. En un corrillo con periodistas precisó que no cuestiona las críticas que recibe de los medios, sino algunas falsedades que se publican. Pero la andanada, sugiriendo que los medios le hacen chantaje por sus dificultades fiscales, ya estaba lanzada.
No es la primera vez que Montoro señala a los medios con un dedo acusador para tratar de justificar las críticas que recibe. Hace exactamente un año, en otra interpelación parlamentaria aseguró: “En vez de dar tantas lecciones de ética a través de editoriales, lo que tienen que hacer (los medios) es pagar religiosamente los impuestos en los plazos pertinentes...”. La polvareda levantada por el ministro le sirvió, eso sí, para esquivar las preguntas que le planteó Saura. El diputado murciano le lanzó una batería de 10 dardos que se quedaron sin respuesta: “¿Ha existido alguna relación que lleve a un conflicto de intereses de usted o de su equipo ministerial con la empresa supuestamente beneficiaria, o con la empresa que ha asesorado a la multinacional? ¿Ha tenido usted o alguien de su equipo relación profesional, o de otro tipo, con algún directivo de la empresa multinacional de la que estamos hablando?”. El diputado socialista acusó a Montoro de “confundir a los contribuyentes con sus clientes”. Saura también proclamó: “Nunca la Hacienda pública ha caído tan bajo y usted tan alto”.
La única respuesta del ministro a las insinuaciones de Saura fue subrayar que no mantiene ninguna relación con Equipo Económico, la consultora fundada por Montoro hace siete años, que algunos vincularon inicialmente con Cemex. Este periódico contactó con la empresa hace días para averiguar si había alguna vinculación. Un portavoz de la firma de asesoría económica negó tajantemente cualquier relación contractual o profesional con la multinacional cementera.
“No tengo ninguna relación profesional con ninguna empresa desde el año 2008. En 2006 fundé una empresa (Equipo Económico) y parece que es pecado en este país. ¿Eso es lo que me reprocha? Parece que le subyuga que haya alguien que tenga iniciativa para fundar una empresa”, espetó con tono desafiante. “Desde el año 2008, cuando regresé a esta Cámara como portavoz de Economía, me desligué totalmente de esa empresa. Vendí las acciones que tenía. No tenía por qué haberlo hecho. Era compatible. Desarrollé mi tarea de oposición sin ninguna relación profesional con esta empresa”. Y retó, dirigiéndose a las bancadas de la oposición: “Búsquenla, búsquenla. No encuentran donde no existe. Se montan teorías por ahí, pero qué le vamos a hacer con tanta difamación. Veo informaciones en las que se trata de relacionar a mi persona con un pasado que no es presente”.
El ministro negó, además, que la semana pasada insinuara que las dimisiones tenían un carácter político porque la cúpula de la Agencia estaba llena de socialistas. Lo que quiso decir, según explicó en un corrillo con periodistas, es que tras dos años de mandato había conocido que había “al menos seis altos cargos políticos nombrados por el Ejecutivo del PSOE en puestos relevantes”. Y añadió: “Entre ellos, el ex secretario de Estado de Hacienda socialista”. Se refería a Juan Manuel López Carbajo, que ocupó el cargo cuando Elena Salgado era la ministra de Economía.
El ministro considera que ese tipo de historias surgida a raíz del caso Cemex se limitarían con un impulso a la Ley de Transparencia. En ese marco planteó crear junto con el resto de grupos políticos un estatuto de la Agencia Tributaria para definir cómo se aprueban los ascensos y los cargos de libre designación y dotar de mecanismos que otorguen más independencia al organismo. La norma es una vieja reclamación de los Inspectores de Hacienda. Hacienda recoge ahora el guante tras la polémica en la Agencia Tributaria. La idea sería regular tres ámbitos concretos: la estructura organizativa [donde se establecerían las funciones y las competencias de los disntintos órganos dentro de la Agencia], el proceso de designación [estableciendo criterios de mérito y capacidad en la elección de los cargos de libre designación], y lo relacionado con la transparencia [estableciendo comparecencias regulares en el Parlamento].
Montoro, además, garantizó que “no se va a filtrar ni un procedimiento administrativo de la Agencia" mientras él sea ministro. "Cuando digo ninguno es ninguno. Voy a aplicar la ley como es mi obligación", remachó.
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