El PP rechaza en solitario las enmiendas a la reforma de pensiones
La oposición se opone a la propuesta del Gobierno en un debate bronco y tenso
La reforma de pensiones ha dado un paso más. El PP ha echado mano de su mayoría absoluta para rechazar en solitario las enmiendas a la totalidad que había presentado la oposición a su propuesta. Con 176 votos en contra, 135 a favor y una sola abstención, la de UPN, los populares han echado abajo las ocho enmiendas presentadas. En esta ocasión, en la que se trata de una reforma que puede saldarse con una reforma que acabe recortando poder adquisitivo a los pensionistas actuales, el partido gobernante no ha contado siquiera con el apoyo de sus socios más habituales, UPN y Foro Asturias.
Era el acto de la tarde en el Congreso en torno a la reforma de pensiones. Por la mañana, representantes de UGT, Carmen López, y CC OO, Carlos Bravo, se habían reunido con los grupos parlamentarios de PSOE, CiU y PNV a los que han transmitido su rechazo frontal a la propuesta del Ejecutivo.
Una vez rechazadas las enmiendas a la totalidad, comienza el trámite parlamentario que acabará antes de final de año con la aprobación definitiva de la reforma si se cumple el calendario previsto por el Gobierno. En este camino, lo previsible es que la reforma sufra pocos cambios y que, por tanto, los apoyos con los que salga del Congreso definitivamente no aumento mucho.
Esto quedó claro en la intervención de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que sin decirlo abiertamente, afirmó algo que en su departamento admiten en privado. El Gobierno no tiene margen para negociar porque se ha comprometido con Bruselas a sacar adelante esta reforma antes de fin de año. "Hay compromisos derivados de las recomendaciones del Consejo Europeo, que deben cumplirse para acceder a una financiación elemental para salir de la crisis", ha esgrimido.
Bañez deja la respuesta a la oposición en manos de la portavoz del PP
En su defensa de la reforma, Fátima Báñez, se ha apoyado mucho en la mala situación actual de las cuentas de la Seguridad Social. A esto ha dedicado la mayor parte de su discurso, y mucho menos tiempo a glosar los contenidos de la reforma.
Los argumentos de Báñez no han convencido a la oposición, que, con la única excepción del diputado de Unión del Pueblo Navarro, Carlos Salvador, ha criticado con mucha dureza la reforma. El debate fue duro y bronco -los grupos de la oposición llegaron a exigir en tres ocasiones que la ministra les prestara atención-. La tensión no ha subido más porque la ministra no ha empleado más tiempo que el usado en su intervención inicial en tratar de persuadir al resto de grupos parlamentarios. En un gesto muy poco habitual en los usos y costumbres parlamentarios, Báñez ha dejado la respuesta a la oposición en manos de la portavoz del PP en la materia, Carolina España.
Las razones de la oposición para tratar de tumbar la reforma coincidían en muchos puntos: inconstitucionalidad, falta de acuerdo con sindicatos y empresarios, recorte importante al poder adquisitivo de los pensionistas o allanar el camino a los planes de pensiones privados.
La Constitución ha sido un argumento empleado por el PSOE, el PNV e Izquierda Plural. “Su pensionazo es inconstitucional, vulnera el artículo 50 de la Constitución y supone un flagrante incumplimiento del principio de seguridad jurídica recogido en el artículo 9.3 de la Carta Magna”, ha atacado Joan Coscubiela, de Izquierda Plural.
El argumento de inconstitucionalidad también ha sido esgrimido por el PSOE. De hecho, la portavoz socialista, Magdalena Valerio, ha advertido a Báñez que si no da marcha atrás, su grupo presentará un recurso de insconstitucionalidad, “el 25”, ha enumerado. Valerio ha exigido al PP que deje de hablar de responsabilidad para reformar las pensiones cuando en 2011 el entonces primer grupo opositor rechazó el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. Asímismo, Valerio, ha avisado que el PSOE derogará la reforma si vuelve a gobernar. Es el cuarto compromiso de este estilo que adquiere el principal partido de la oposición.
"Hoy están solos porque no están escuchando a nadie de la cámara y de la sociedad y es la peor manera para legislar sobre un tema como éste", ha analizado Carles Campuzano, de CiU.
“La reforma tiene los dados trucados”, ha criticado el portavoz de UPyD, Álvaro Anchuelo, en referencia a que con su diseño se saldará con una continua pérdida de poder adquisitivo. “No incluye una sola medida que tenga que ver con los ingresos”, ha ahondado.
Este ha sido otro de los argumentos más empleados por la oposición, la falta de iniciativas que complementen los ingresos de la Seguridad Social cuando la demografía a la que se enfrenta la sociedad española es de un envejecimiento progresivo en las próximas décadas y, por tanto, de mayor gasto en pensiones.
También entre los representantes del grupo mixto los ataques a la reforma han sido duros. "Son ustedes los verdugos del sistema de pensiones", ha atacado Joan Tardá, de ERC.
La última intervención de la sesión ha correspondido a la representante del PP, Carolina España, que se ha encargado de responder, casi uno por uno, a los grupos de la oposición.
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