La banca necesitará 5.000 millones más en provisiones por créditos refinanciados
El sector negocia hasta última hora con el Banco de España las dotaciones finales
El FMI se hizo eco en 2012 de la sospecha, al apuntar que, tras seis años de crisis, la banca española tiene “morosidad enmascarada”, gracias a la refinanciación de créditos. Ante esta situación, el Banco de España redactó severas normas que unifican y endurecen los criterios para provisionar los préstamos renegociados, en función de su posible impago. Y dio a las entidades hasta este 30 de septiembre para clasificar las carteras refinanciadas según los nuevos criterios. A falta de los últimos ajustes, los bancos deberán realizar nuevas provisiones por unos 5.000 millones para cubrir los créditos renegociados, según las cuentas a 31 de marzo de 2013.
La aportación de provisiones variará mucho entre unas entidades y otras. El Santander ha declarado que no tendrá que aportar nada más tras reclasificar como morosos una cartera de 2.000 millones. La Caixa ha admitido que tendrá que dotar unos 600 millones. Algunos analistas elevan esta cantidad, al tiempo que estiman que el BBVA también se situará cerca de los 600 millones. En la misma franja se coloca al Popular y, algo por debajo, al Sabadell. Bankia podría tener que aportar menos 150 millones, una cantidad similar a la del resto de nacionalizadas, según fuentes del mercado. Estas fuentes apuntan a que BMN podría estar entorno a los 250 millones. Kutxabank y Unicaja se colocarían por debajo de estas cantidades.
Las pequeñas entidades han mostrado su sorpresa por las escasas aportaciones de las grandes. Sugieren, en privado, que el supervisor ha sido más benévolo con los más fuertes y más exigente con los pequeños. Ejecutivos consultados critican el método: el supervisor ha pedido los datos a cada entidad y mantiene una negociación abierta hasta última hora. También creen que estas exigencias de provisiones provocan una incertidumbre que perjudica a las cotizaciones.
Se calcula que hay 230.000 millones en préstamos renegociados
Según diferentes fuentes, algunas entidades no podrán cubrir las provisiones con los resultados por lo que necesitarán alrededor de 1.000 millones de capital nuevo. Si fueran las entidades nacionalizadas debería ser el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) el que inyectara el dinero. Fernando Jiménez, secretario de Estado de Economía, declaró antes del verano que la banca necesitaría hasta un máximo de 2.000 millones de nuevo capital. Sin embargo, si los necesitados fueran bancos privados deberían acudir al mercado para cubrir la cantidad que necesiten. Esto no será tan fácil.
Las estimaciones actuales, a 30 de septiembre, elevan a 230.000 millones el valor de los créditos refinanciados por la banca, un 16% sobre el total de los préstamos al sector privado (1,43 billones). Los últimos datos oficiales, al cierre de 2012, los bancos declararon que el 42,4% de las reestructuraciones de deuda estaba al corriente de pago y por lo tanto tenía cero provisiones. Este puede ser uno de los grandes agujeros del sistema. El 37% era moroso, con una provisión media del 40,6%, y el 20,6% restante de la cartera era subestándar, es decir, con riesgo de acabar mal, y cubierto en un 18,4%.
Según Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de Valencia, “lo más preocupante son las refinanciaciones en hipotecas y en financiación a pymes, que no están muy cubiertas. Puede haber sorpresas”. Maudos cree que el 5% de morosidad en hipotecas “puede subir por la persistencia y duración del desempleo”. El experto atribuye el incremento de la morosidad de los últimos meses, que se ha disparado hasta el 11,6%, a la reclasificación que están haciendo los bancos para cumplir con la nueva norma.
Los bancos, y sobre todo empresas y patronales, se han quejado de esta normativa porque creen que favorece el cierre del grifo del crédito, pero el Banco de España busca más solvencia para el sector. Cruce de intereses.
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