Los precios apenas suben un 0,3%, el nivel de inflación más bajo en cuatro años
El IPC baja en 1,2 puntos porcentuales en un mes al dejar de pesar el alza del IVA Es la subida de precios de consumo más baja desde finales de 2009, en plena Gran Recesión
Apenas ha ocurrido en un puñado de meses en el último medio siglo. En septiembre, la subida anual de los precios del consumo fue casi inexistente, según los datos sintetizados en el índice de precios de consumo (IPC), difundidos este viernes. El avance de datos que publica el Instituto Nacional de Estadística refleja una inflación del 0,3%, 1,2 puntos porcentuales menos que en agosto. Los precios no subían tan poco, en la comparación anual, desde finales de 2009. Pero aquel año, en el que llegaron a registrarse tasas negativas, no solo fue el de la Gran Recesión, sino que además se comparaba con un ejercicio (el de 2008) en el que el precio de las materias primas alcanzó niveles récord.
Una inflación tan baja "en términos históricos", como reitera el Gobierno cada vez que tiene ocasión se debe a que en esa comparación anual de precios que mide el IPC ha dejado de pesar la subida del IVA (del 18% al 21%), que aprobó el Gobierno en septiembre de 2012, y que provocó un encarecimiento generalizado de bienes y servicios. Pero sobre todo, es la otra cara de la enorme debilidad del consumo privado, en una economía que se ha pasado en recesión cuatro de los útlimos cinco años.
Los expertos ya habían anticipado que la inflación bajaría un escalón este mes por el fin del efecto IVA, pero la intensidad del frenazo ha ido incluso algo más allá. Según sus cálculos, el incremento del impuesto sobre el valor añadido se tradujo en un aumento del IPC cercano al punto porcentual. Pero aunque la mayor parte de esa subida de precios se produjo en septiembre, hubo empresarios que tardaron uno o dos meses más en trasladar parte del recargo fiscal a sus clientes.
La escueta nota con la que el INE da cuenta del avance mensual del IPC (habrá que esperar dos semanas para un análisis más detallados) da una pista: tras constatar que "este comportamiento de la tasa anual se debe, principalmente, al aumento generalizado de los precios registrado en septiembre del año pasado", en alusión al fin de buena parte del efecto IVA, destaca "la bajada de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas". Frutas y hortalizas frescas han sido uno de los elementos más inflacionistas de la cesta de la compra en los últimos meses, como consecuencia de las lluvias que arruinaron cultivos en primavera. A finales del verano, las consecuencias de esa mala cosecha empiezan a remitir.
El enfriamiento de la inflación se convierte en el mejor aliado del Gobierno, que debe defender estos días su decisión de volver a congelar el sueldo de los funcionarios, por cuarto año consecutivo, y de dejar la subida de las pensiones en un raquítico 0,25%. Además, el Ejecutivo ultima una norma para evitar los incrementos automáticos en todo tipo de precios públicos (la ley de Desindexación), en la que, de nuevo, la congelación es una de las opciones incluidas.
Con los datos de septiembre es mucho más probable que la inflación acabe el año por debajo del 1%, lo que atenuaría la pérdida de poder adquisitivo para funcionarios y pensionistas. También para los trabajadores del sector privado, cuyos sueldos apenas suben, cuando no encajan drásticos descensos.
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