El precio de los pisos aún puede bajar otro 15%, según los cálculos del FMI

"Los precios de las casas está cayendo con rapidez y han bajado un tercio desde su máximo, pero [las viviendas] todavía están probablemente en torno a un 15% sobrevaloradas", señala el Fondo Monetario Internacional en su informe sobre la economía española, cuyo primer capítulo se titula: "Reequilibrio tras la burbuja y su pinchazo".

El informe del FMI no se detiene en explicar esa conclusión y solo muestra algún gráfico donde se ve que la corrección de precios no ha sido tan intensa como en Irlanda, por ejemplo.

La caída de los precios pone en una situación difícil a algunos hipotecados. En opinión del Fondo, las medidas contra los desahucios tomadas por el Gobierno son un paso en la buena dirección, pero no son suficientes para ayudar a los individuos sobreendeudados, pero financieramente responsables. El Banco Central Europeo ya publicó un dictamen en ese mismo sentido, criticando al Gobierno por no hacer suficiente frente al drama de los desahucios.

Por ello, propone, "un enfoque más amplio que incluya un régimen de insolvencia personal eficaz con condiciones estrictas de elegibilidad para que personas claramente insolventes enajenen sus activos, incluyendo sus casas, para pagar sus deudas pendientes y se mantengan financieramente responsable durante un periodo razonable de tiempo (normalmente, de 3 a 5 años) para obtener un nuevo comienzo", es decir, quedar liberados a partir de ahí de sus deudas.

El Gobierno español ha preferido no ir más allá en las medidas contra los desahuccios al aceptar los argumentos de la banca sobre el riesgo para la cultura de pago y para la estabilidad financiera. pero el Fondo replica: "Otros países, entre ellos varios de la UE desde la crisis, ya han introducido este tipo de regímenes sin poner en peligro la estabilidad financiera o de crédito que afecta a la disciplina y la cultura de pago".

El informe recoge la respuesta del Gobierno, que considera adecuadas las medias que ha adoptado. "En la situación actual, un régimen de insolvencia personal que incluya una solución diferente para las hipotecas podría sobrecargar los tribunales, dar lugar a estrategias de impago y poner en peligro la fuerte cultura de pago de España", alega el Gobierno.