Galán sanea inversiones fallidas en EE UU y Canadá por unos 1.600 millones
Iberdrola paraliza una serie de proyectos en ambos países y rebaja las expectativas de los que va a mantener
La incertidumbre regulatoria no solo es cosa de España. Las dudas sobre la regulación aplicable a los parques eólicos de EE UU cuya construcción comience a partir de 2014 y el entorno bajista de los precios de la electricidad han llevado a Iberdrola a paralizar una serie de proyectos en el país y a rebajar las expectativas de los que va a mantener, lo que ha supuesto sanear 511,3 millones de euros en activos.
Además, ante las perspectivas de bajos márgenes de almacenamiento de gas por la irrupción del gas pizarra en Norteamérica, Iberdrola ha decidido paralizar el desarrollo de sus proyectos de construcción. Por ello, ha saneado su coste por 536,5 millones y ha contabilizado un deterioro adicional de 535,5 millones en ese negocio de almacenamiento de gas en EE UU y Canadá. En total, los saneamientos por inversiones en EE UU y Canadá suman 1.583 millones, a los que se suman dotaciones por otros 73,5 millones por el deterioro de otros activos.
Esos resultados extraordinarios (cuyo impacto neto es de 1.042 millones) y algunos otros se ven compensados con creces por el impacto fiscal positivo en resultados de 1.538 millones por la actualización de balances.
Mientras, el negocio mantiene el tipo. La cifra de ventas y el resultado bruto de explotación caen ambos un 0,9%, hasta 16.836,2 millones y 4.051 millones, respectivamente, mientras que el beneficio neto recurrente crece un 2,8%, hasta 1.402 millones y el neto atribuible cae un 2%, hasta 1.728 millones.
La eléctrica presume de tener los mejores ratios operativos del sector y se considera un referente en eficiencia, pero se queja de que la mejora del 7,6% de la eficiencia operativa es absorbida por un incremento del 79% en los tributos, hasta 863 millones, debido a los nuevos impuestos a la generación en España y a los programas de eficiencia en Reino Unido, fundamentalmente.
Iberdrola sigue blindando su posición de liquidez. Asegura que cuenta con 11.945 millones disponibles, cantidad suficiente para afrontar las necesidades de financiación correspondientes a 36 meses. La deuda neta ajustada se sitúa en 28.800 millones, lo que supone una reducción de 3.225 millones en un año por las desinversiones.
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