El BCE intenta impulsar el crédito al aceptar garantías de peor calidad

El Banco Central Europeo (BCE) busca cómo desatascar el crédito, después de casi dos años en los que medidas como las inyecciones de liquidez a la banca o el apoyo de compra de bonos a los países con problemas no se han traducido en más dinero para que las familias consuman y, sobre todo, las empresas inviertan. Hoy suavizó las condiciones para dejar dinero a la banca al ampliar el catálogo de garantías que acepta como prenda y, además, reducir el descuento que les aplica como salvaguarda, en caso de tener que acabar quedándose con esos productos.

El principal objetivo es facilitar la financiación de las empresas. En concreto, el banco que preside Mario Draghi aceptará ahora los bonos de titulización de deuda (un tipo de bono respaldado por activos que, en caso de quiebra, queda aislado y se cobra antes que otros) con la nota de A simple, por parte de dos agencias de calificación de deuda, un nivel inferior al exigido hasta ahora, que era de triple A. Según el BCE, la decisión se debe a que este tipo de productos ha mejorado en transparencia.

El efecto en el total de garantías será neutral, según la entidad europea

Cuando el BCE acepta este tipo de activos como prenda, suele aplicar un descuento para cubrirse en caso de que ese activo haya perdido algún valor. Ahora, los bonos con mejores nota (de triple A a A-), pasan de un descuento del 16% a uno del 10% y los de triple B a B-, del 26% al 22%. Para José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, “esta es otra manera de dinamizar el crédito, porque es obtener más recursos con menos valor de garantías que antes”.

La ampliación de garantías aceptadas se combina con endurecimiento del control de los bonos garantizados, como las cédulas hipotecarias, “con el fin de tener en cuenta el riesgo adicional resultante de la utilización de estos instrumentos por el propio emisor”.

En los países del sur de la UE las pymes pagan más por sus créditos

“Estas medidas en conjunto tendrán un efecto neutral en el montante del colateral disponible”, señaló hoy el BCE en su comunicado. Según datos de Bloomberg, estos bonos de titulización sumaron 338.000 millones de euros, lo que representa el 14% de las garantías o colaterales depositadas por los bancos en el BCE a fecha de 31 de marzo.

Sin embargo, los analistas de Citi expresan en una nota su previsión de que “los descuentos más favorables deberían aumentar la liquidez disponible para las instituciones financieras destinando este colateral a través del eurosistema”. Las grandes Bolsas europeas saludaron la medida y cerraron el día con ganancias.

Las dificultades de financiación de las pequeñas y medianas empresas constituyen una preocupación de crecimiento en una eurozona que no logra crecer. El bloqueo y encarecimiento crediticio es un tapón para la reactivación de las economías, pero sobre todo en el sur de la UE, donde las pymes pagan muchos más intereses que las empresas del corazón de la eurozona por el mismo tipo de créditos. El pasado mayo, Draghi aseguró que el BCE empezaría consultas con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Comisión Europea para impulsar un mercado de bonos de titulización respaldados por préstamos a empresas y hogares. El objetivo de fondo es reducir la dependencia de las compañías europeas de la financiación bancaria, que genera aproximadamente el 80% de los recursos, frente a niveles muy inferiores en EE UU.

Además de los ajustes decididos hoy, el BCE aseguró que “continuará investigando cómo catalizar las recientes iniciativas de la autoridades europeas para mejorar las condiciones de financiación a las pymes, en particular en lo que respecta a la posible aceptación como activos de garantía del eurosistema de tramos mezzanine de bonos de titulización respaldados por préstamos a pyme y garantizados de acuerdo con las políticas establecidas sobre garantías”.