Etiopía y Egipto acuerdan negociaciones tripartitas con Sudán sobre el Nilo
Etiopía y Egipto han acordado "de forma inmediata empezar consultas", que también incluyan a Sudán, sobre la controvertida presa que el Gobierno de Addis Abeba está construyendo en el Nilo Azul.
Los ministros de Exteriores de Etiopía, Tedros Ashanom, y de Egipto, Mohamed Kamel Amr, lo anunciaron hoy en un comunicado, después de haberse reunido durante dos días consecutivos para tratar ese asunto, que en las últimas semanas ha deteriorado la relación entre ambos países.
Los tres estados llevarán a cabo más estudios sobre el impacto de la Presa del Gran Renacimiento Etíope (GERD, por sus siglas en inglés), construida en el principal tributario del Nilo, tendrá en los países de la parte baja del río.
"Nos hemos embarcado en un periodo de mutua cooperación. Miramos al futuro, y creo que el futuro será muy bueno para ambos", aseguró el jefe de la diplomacia egipcia.
Estas declaraciones llegan después de que varios políticos egipcios propusieran sabotear la construcción de la GERD e incluso se mencionase el recurso a la guerra, ya que Egipto depende del Nilo, el río más largo del mundo, para su abastecimiento de agua.
"La anteriores declaraciones sobre la presa se hicieron en caliente", aseguró Amr, restando así importancia a esas supuestas amenazas.
Por su parte, su homólogo etíope manifestó una postura conciliadora, alejada de las polémicas de los últimos días.
"Tenemos dos opciones: o nadar o hundirnos juntos. Creo que Etiopía elige, al igual que Egipto, nadar juntos", apuntó Tedros.
Las conversaciones continúan hoy, ya que no se ha logrado llegar a un acuerdo en varios puntos, como la suspensión de las obras de la GERD.
En 1929, Egipto y el Reino Unido firmaron un pacto que concedía al país árabe la mayoría de los 84.000 millones de metros cúbicos que llegan anualmente a la parte baja del río, acuerdos en los que hasta ahora se basaba la postura egipcia.
En 1956, Sudán se independizó del Reino Unido y, tres años más tarde, negoció un nuevo pacto con su vecino del norte que asignaba 55.500 millones de metros cúbicos a Egipto al año y 18.500 millones a los sudaneses.
No obstante, Etiopía no fue nunca sometida al colonialismo británico, por lo que el Ejecutivo de Adis Abeba considera que no se encuentra obligado al cumplimiento de esos tratados.
La construcción de la GERD, cuyo coste se estima en casi 5.000 millones de dólares (unos 3.700 millones de euros), comenzó en 2011 como parte del programa hidroeléctrico etíope y su conclusión se espera para 2016.
Etiopía confía en que la GERD -cuya producción se estima en 6.000 megavatios- sea parte de una red de exportación de electricidad barata a los países de la región, incluido Egipto, y asegura que el flujo fluvial no se verá afectado.
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