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OBITUARIO

Paul Soros, ingeniero y filántropo

Edificó una fortuna gracias a sus innovaciones en terminales portuarias

Paul Soros era el hermano mayor del inversor George Soros. Y como él, era un apasionado de la filantropía. Aunque en su caso el nombre y la fortuna no le llegó por el mundo de las finanzas. Se dedicó al diseño y desarrollo de instalaciones portuarias. El ingeniero de origen húngaro murió el pasado 16 de junio en su residencia en la ciudad de Nueva York. Tenía 87 años.

Soros Associates, como se conoce la sociedad que dirigía, tiene proyectos en casi un centenar de países en todo el mundo. La compañía ofrece servicios especializados de ingeniería a los puertos desde hace más de medio siglo, incluidos sistemas de transporte y maquinaria para las operaciones de carga y descarga de los grandes buques que se dedican al tráfico de mercancías por agua.

El empresario entendió que era más fácil llevar la estructura a los barcos que hacerlos navegar hasta el puerto. Es lo que vio de niño en el Danubio. Así apostó por las terminales en alta mar, base de la modernización de siete de los mayores complejos portuarios del mundo dedicados al tráfico de materias primas. Con su hermano hizo además inversiones en empresas mineras e industriales.

El también conocido como el Soros invisible, por la proyección pública de su hermano, padecía cáncer, diabetes y párkinson. Nacido en Budapest, de joven perdió un riñón esquiando y de adulto un ojo mientras practicaba el golf. Su nombre de nacimiento era Paul Schwartz. El padre decidió cambiar el apellido familiar al de Soros, para evitar la persecución del régimen nazi.

Llegó a EE UU en 1948 con un visado de estudiante. Pasó antes por un campo de prisión ruso acusado de ser un antiguo miembro de la SS y vivió en la Austria ocupada. Su padre y su hermano mayor abandonaron Hungría por otra vía. Siempre quiso seguir su propio camino y decía que su gran suerte fue haber sobrevivido y que el resto de su vida fue relativamente fácil.

Le apasionó de joven el esquí, hasta el punto de quedarse a las puertas de formar parte del equipo olímpico húngaro para los Juegos de Invierno de 1948. Una lesión se lo impidió. También el tenis. De joven tuvo una relación poco amistosa con su hermano George, como revela en sus memorias. Los dos reconstruyeron la relación ya cuando vivían en Nueva York.

Junto a su mujer, Daisy Schlenger, creó un fondo dirigido a ayudar en la educación de inmigrantes que llegan a EE UU buscando una nueva vida entre otras iniciativas filantrópicas. Tuvo cuatro hijos. El tercero murió a los 18 meses, mientras jugaba en un parque para niños. Con un año y medio también murió su única hija, en un accidente de tráfico.

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