Panamá, la reinvención permanente
El país centroamericano vive un periodo de prosperidad impulsado por la inversión extranjera
Panamá está en permanente reinvención... desde hace 109 años. De 1904 a 1914, tras independizarse de Colombia, el país le robó tierra a las montañas y agua al mar para crear el lago artificial más grande del mundo y construir el canal de Panamá, una de las maravillas de infraestructuras edificadas por seres humanos en el siglo XX.
El invento continúa. En su proceso de constante y creciente renovación, Panamá comenzó a ganarle más agua al mar y más tierra a las montañas a finales del siglo pasado para inventarse unas islas artificiales en la bahía capitalina —sobre el litoral Pacífico— y una cinta costera que sirve de paso vehicular y peatonal, y de pulmón natural.
La tierra se sigue removiendo con imparable inventiva criolla, ahora para construir un tren subterráneo, o metro, el primero en Centroamérica, cuyas obras culminarán en febrero de 2014. En la capital, entre el mar y la montaña, como enormes piezas de dominó que se disputan el espacio aéreo, continúan emergiendo rascacielos sin descanso.
Si la estratégica ruta canalera es el símbolo que ha identificado a Panamá en los últimos cien años, la realidad es que la nación es mucho más que un canal y que una zona libre para el comercio —la más importante luego de Hong Kong—, más que un centro bancario internacional, que un punto neurálgico de servicios mundiales aeronáuticos, seguros y sociedades anónimas o más que un puerto para el abanderamiento de barcos de múltiple origen. Panamá es, ante todo, una posición geográfica: la silla en la que le correspondió sentarse es una bisagra multifuncional.
De todo esto y de más se debatió en el encuentro Invertir en Panamá, organizado por EL PAÍS y Radio Panamá con el patrocinio del Grupo Bancolombia, el diario La Prensa, de esta ciudad, y la firma Manzanillo Internacional Terminal Panamá. El foro, que tuvo lugar el lunes en el Hotel Riu Plaza, fue abierto por Javier Moreno, director de EL PAÍS, y Edwin Cabrera, director de Radio Panamá.
La cita, destacó Moreno, ha coincidido con las vísperas de la celebración del quinto centenario de la llegada al océano Pacífico del conquistador español Vasco Núñez de Balboa, que cruzó el istmo panameño en septiembre de 1513. Por eso, y en honor de la gesta de Balboa, artistas de España se han unido en los últimos meses en territorio panameño a pintores, escultores y creadores de América, Europa, Asia y África para exponer sus obras, en un acontecimiento cultural que ha retratado a Panamá como muchísimo más que una tierra fértil para los negocios. En esa misma sintonía, Cabrera recordó que “el principal activo” de Panamá es su posición.
La plataforma económica, financiera, política y social de este país de talle delgado en el centro de América es una catapulta para transformarse en lo que el ministro panameño de Comercio e Industria, Ricardo Quijano, describió como una de las naciones americanas más globalizadas y competitivas, consolidada como punto estratégico para la inversión y la logística internacional. “Nuestra posición geográfica se constituye en nuestra principal ventaja competitiva”, subrayó.
El país es una plataforma clave para la inversión y la logística
En la conferencia de apertura del encuentro —Panamá hacia el siglo XXI—, Quijano dio las pinceladas esenciales para comprender por qué, cómo y para qué Panamá se ha convertido en la economía de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe. Su producto interno bruto (PIB) creció un impresionante 10,7% en 2012 y en su territorio hay ya instaladas 90 multinacionales, 47 de ellas españolas.
Entre los datos cruciales suministrados por el ministro Quijano destacan:
—La Administración del presidente Ricardo Martinelli, que inició su mandato en julio de 2009 y concluirá en el mismo mes de 2014, reformó los esquemas de incentivos y atracción de capitales dentro de su estrategia económica, siempre bajo prácticas responsables. Como economía madura, con seguridad y rentabilidad, la inversión extranjera directa aumentó un 28% en los últimos dos años y superó los 3.000 millones de dólares, “siendo una cifra récord que nunca se había registrado en Panamá”, según Quijano.
Martinelli, por su parte, aseguró que como nación más competitiva, se están destinando cerca de 40 centavos de cada dólar del presupuesto público a inversión en infraestructuras, lo que se aproxima al 38% del PIB.
—El sector de la construcción ha tenido un incremento promedio de 21,80%, y solo en 2013 registrará un aumento del 10,11%. De manera paralela, la ocupación hotelera supera el 64% por la expansión y construcción de nuevos hoteles en la capital y en el interior del país, con inversiones por 450 millones de dólares.
—El Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial ubicó a Panamá en la posición 40 de 144 naciones, mientras que en el informe Doing Business del Banco Mundial avanzó del puesto 70 al 61 entre las economías más favorables a la inversión. La agencia Fitch Ratings, por su parte, otorgó en mayo a Panamá una calificación de riesgo BBB con perspectiva estable, entre otros factores, por la solidez financiera y por tener al dólar estadounidense como moneda de curso legal.
—El canal de Panamá, que a mediodía del 31 de diciembre de 1999 pasó a control panameño tras su dominio por parte de Estados Unidos, es descrito por el Gobierno de Ricardo Martinelli como un “modelo de eficiencia mundial” que enlaza 144 rutas marítimas. La ampliación de la ruta interoceánica, que empezó en 2007 y concluirá en 2015 —en la que hay presencia de inversores españoles aliados con compañías europeas, estadounidenses y asiáticas—, se ejecuta a un costo de 5.250 millones de dólares, por lo que además de las tres esclusas actualmente operativas, habrá otras dos en el Pacífico y en el Atlántico para el paso de buques de mayor tamaño. Las áreas aledañas del canal, que fueron enclaves militares y políticos de Estados Unidos durante décadas, comenzaron a ser transferidas con éxito a control panameño en la década de los ochenta.
Es la economía que más crece de América Latina: un 10,7% en 2012
—Panamá está conectada a cinco cables submarinos y transoceánicos de fibra óptica, lo que complementa la conectividad aérea y marítima que el país ofrece como plataforma logística. Con la industria naviera más grande del orbe, también es el país mejor conectado por vía marítima en América Latina y el Caribe, según Naciones Unidas.
—El aeropuerto internacional de Tocumen, el más importante del país, es uno de los mejor conectados del mundo, y está en construcción una terminal aérea en Río Hato, en la central provincia de Coclé, para servicio de aerolíneas nacionales y extranjeras.
—El desempleo en 2013, del 4,5%, es el más bajo de los últimos cuarenta años y uno de los más bajos de América Latina.
Al clausurar el encuentro, el presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, destacó el valor de la lengua española como oportunidad a desarrollar. Precisamente, Panamá será el próximo otoño sede de la Cumbre Iberoamericana y del Congreso Internacional de la Lengua Española. Para Cebrián, la prosperidad que vive Panamá se debe “a la estabilidad institucional y a la recuperación de las libertades”. El presidente de EL PAÍS concluyó su intervención con un consejo a los panameños: “Sé que no es fácil, pero procuren aprender de los errores de los españoles y europeos”.
El presidente Martinelli, que habló a continuación, describió el panorama de una nación en lucha contra añejas taras. La pobreza, explicó, se redujo durante su Gobierno del 38,5% al 25,5% de una población de poco más de 3,5 millones de habitantes. Y para aderezar el paquete de atracciones panameñas, el presidente relató que en Panamá “no hay tsunamis, no hay terremotos y no hay desastres naturales”.
Así, el país se sigue reinventando.
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