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EGIPTO PRESIDENTE

El presidente egipcio desea fomentar las relaciones con África tras la crisis del Nilo

El presidente de Egipto, Mohamed Mursi. EFE/Archivo
El presidente de Egipto, Mohamed Mursi. EFE/ArchivoEFE

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, expresó su interés en fomentar las relaciones con África sin renunciar a su cuota de agua sobre el río Nilo, tras la crisis desatada por la construcción de una gran presa en Etiopía.

En una entrevista publicada hoy por el diario oficial Al Ahram, Mursi se comprometió a "continuar las buenas relaciones con toda África, sobre todo con Sudán y Etiopía, sin que se toque ni una gota del agua del Nilo".

Egipto ha mostrado su preocupación por la posible pérdida de agua después que de Etiopía anunciase la semana pasada que ha comenzado a desviar el cauce del Nilo dentro de las obras de la llamada presa del Renacimiento para generar electricidad.

"Seguimos la estrategia de comunicación con Etiopía para impedir que no haya daños y no se toque la cuota de agua de Egipto", aseguró el mandatario, que negó querer impedir el desarrollo de ese país "amigo".

El Cairo siempre se ha negado a firmar cualquier pacto que ponga en peligro lo que denomina su "derecho histórico" al agua del río, que tiene 6.670 kilómetros de longitud y otros diez estados en su cuenca: Sudán, Sudán del Sur, Kenia, Uganda, Ruanda, Tanzania, Congo, Burundi, Eritrea y Etiopía.

La postura egipcia se basa en los acuerdos conseguidos durante la primera mitad del siglo pasado, cuando Egipto y el Reino Unido firmaron un pacto en 1929 que concedía al país árabe la mayoría de los 84.000 millones de metros cúbicos que llegan anualmente a la parte baja del río.

En 1956, Sudán se independizó del Reino Unido y tres años más tarde negoció un nuevo pacto con su vecino del norte que asignaba 55.500 millones de metros cúbicos a Egipto al año y 18.500 millones a los sudaneses.

Además de la escasez de agua, los egipcios también afrontan ahora problemas de electricidad y combustible, lo que llevó a Mursi a pedir disculpas a los ciudadanos por los continuos cortes de luz.

Sobre las manifestaciones contra el presidente previstas el próximo 30 de junio, cuando se cumple un año de su llegada al poder, Mursi destacó que respeta la libertad de expresión y "no le preocupa la crítica constructiva", si bien se mostró contrario a cualquier uso de la violencia o violación de la ley.

En respuesta a quienes piden elecciones presidenciales anticipadas en protesta por la gestión de los islamistas, Mursi aseguró que considera esa idea "en el marco de la libertad de expresión", pero cree que es "ilegítima y absurda".

En el plano internacional, el mandatario egipcio también dijo que Estados Unidos "respeta la voluntad del pueblo egipcio, trata el liderazgo egipcio como fruto de una democracia y no ejerce ningún tipo de injerencia".

No obstante, reconoció que ambos países siguen sin coincidir en el punto de vista de algunos asuntos como la paz en Oriente Medio.

Egipto es el segundo receptor de ayuda militar estadounidense por detrás de Israel y recibe 1.300 millones de dólares anuales, además de 250 millones en asistencia económica.

Además, Mursi señaló que respeta los fallos de la justicia y la separación de los poderes, después de que el pasado martes un tribunal egipcio condenase a prisión a 43 trabajadores de cuatro organizaciones no gubernamentales estadounidenses y de una alemana por carecer de permisos y recibir fondos del extranjero, un caso que ha tensado las relaciones entre Egipto y EEUU.

Por otra parte, el islamista apuntó que su postura sobre el conflicto sirio no ha cambiado e insiste en el cambio de régimen tras los crímenes cometidos contra la población, en un momento en que se está preparando una futura conferencia internacional en Ginebra para intentar dar una solución pacífica al conflicto.

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