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Merkel vuelve a mirar a otro lado

Barroso contempla con recelo los 'minijobs' y los altos impuestos a las rentas bajas

El rechazo explícito de las recomendaciones de la Comisión Europea por parte del presidente francés, François Hollande, provocó una ola de críticas desde los partidos de centroderecha que conforman el Gobierno de Angela Merkel. Democristianos y liberales se rasgaban el jueves las vestiduras en público, como si Hollande hubiera dicho algo diferente de lo que Berlín practica año tras año y recomendación tras recomendación. Las invectivas contra Hollande desvían la atención alemana de sus propias asignaturas pendientes.

En Berlín, el punto segundo de las recomendaciones de Bruselas es el que más resquemores levanta, porque pide al Gobierno que promueva la subida de salarios en Alemania, anatema de la derecha liberal. Europa pide a Alemania que impulse así el consumo interno. Para mayor padecimiento, la Comisión solicita también al Gobierno alemán que reduzca las contribuciones a la seguridad social, “en particular la de los que menos ingresan”. Quiere que se bajen los impuestos a los que menos ganan y que se “facilite la transición” entre los contratos más precarios, como los llamados minijobs, hacia formas de contratación “más sostenibles”. La comisión detecta demasiados contratos basura en Alemania, pero el debate no cala en un país cuyos políticos y medios de comunicación parecen cada día más contentos de haberse conocido.

El propio ministro de Hacienda, el democristiano Wolfgang Schäuble, se burlaba recientemente de las recomendaciones de 2013: “fíjese que, cuando recomiendan qué debemos hacer para impulsar la demanda interna, se les ocurre hablar de las declaraciones de la renta de los matrimonios; es una monada de recomendación, pero nada más”, dijo. Acto seguido, el ministro volvió a destacar lo bien que, en su opinión, va todo en Alemania y lo mal que están los demás. La demanda, dijo, ya está subiendo.

Otro aspecto criticado por Bruselas es la ambiciosa reforma de las fuentes de energía. Alemania quiere apagar todas sus centrales nucleares hasta la próxima década, pero este gran cambio no avanza como debería. Se perciben “graves riesgos y posibles ineficiencias”. En general, la Unión Europea ve carencias en las infraestructuras energéticas. Se suele repetir también la recomendación de facilitar más la entrada de las mujeres en el mercado laboral. Para la Comisión, el Gobierno desincentiva el trabajo femenino al fomentar el cuidado casero de los niños pequeños. Es de esperar que también en este punto lleguen, el año que viene, recomendaciones bien parecidas a las de este.

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