El envío de remesas desde España a Latinoamérica cae un 8,1% en cuatro años

El flujo de remesas hacia Latinoamérica y el Caribe, el dinero que envían a sus países los emigrantes, se mantuvo en 2012 prácticamente en los mismos niveles de 2011, al llegar a 47.048 millones de euros, gracias al crecimiento del dinero enviado desde EE UU. Sin embargo, las partidas que llegaron desde España, la segunda fuente de remesas para esta región, se han reducido notablemente, según advierte un informe del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), vinculado al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La participación de las remesas latinoamericanas provenientes de Europa cayó en los últimos cuatro años el 8,9%. Las procedentes de España se redujeron el 8,1%. Solo en el último año, el dinero que llegó del Viejo Continente descendió el 4,8%, también principalmente por la reducción de envíos desde España. La crisis europea, con la consiguiente caída de empleo, salarios y la reducción del número de inmigrantes explican el fenómeno.

En España está radicado el 15% de los emigrantes de toda Latinoamérica. El FOMIN señala que un 27% de los hombres llegados de América Latina se dedican en España a la construcción, cuyo nivel de empleo ha caído ininterrumpidamente desde 2008. Además, un 54% de los varones y un 94% de las mujeres estaban empleados en servicios, donde los puestos de trabajo comenzaron también a bajar en 2009, se estancaron en 2010 y volvieron a la tendencia descendente desde 2011. El menor empleo en estos principales sectores explica en buena medida la reducción del envío de remesas.

Además, la media de los ingresos de los trabajadores de ambos sectores se estancó en los últimos tres años y en 2012 se redujo, el 2,2% en el caso de la construcción y el 0,8% en servicios. En paralelo, además, la llegada de latinoamericanos a España no ha dejado de menguar desde 2010 y en 2012 se contrajo el 9%.

Para 2013, el FOMIN prevé que continúe descendiendo el envío de dinero desde España a Latinoamérica, pero confía en que EE UU y el resto de países de la propia región compensen la tendencia.

El estancamiento de las remesas que en general recibe América Latina también se explica por el menor incentivo a la emigración, dado su crecimiento económico de los últimos años, así como la apreciación de sus monedas y la inflación, dos factores que deterioran el poder de compra de los dólares, euros o yenes (en el caso de brasileños en Japón) enviados.

México sigue siendo el principal receptor de remesas de la región con 17.192 millones de euros, seguido por Guatemala, con 3.684 millones, y Colombia, con 3.070 millones. Los flujos de remesas continúan suponiendo una importante fuente de ingresos extranjeros en muchos de los países de América Latina y el Caribe, y constituyen más del 10% del PIB en varios de ellos, como Haití, Guyana, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Jamaica y Guatemala.

“Estos flujos también representan una importante fuente de ingresos para millones de familias en la región que reciben transferencias para cubrir necesidades básicas e invertir en educación, salud, vivienda y pequeños negocios”, explica el FOMIN, preocupado porque parte de ese dinero también se canalice hacia el ahorro.