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Ecoacsa, un banco para la naturaleza

David Álvarez e Isabel González prevén facturar 60.000 euros este año

Hasta ahora, en España, las Administraciones públicas eran las encargadas de realizar las mayores inversiones en conservación del medio ambiente. Y en la actual coyuntura de crisis también ha sido el Estado quien ha realizado los mayores recortes en esta materia. David Álvarez García e Isabel González Alcalde son socios de Ecoacsa, una empresa que ha lanzado un modelo de negocio basado en un producto que busca implicar al sector privado en la conservación del territorio. Se trata de los bancos de hábitat, que llevan años funcionando en Estados Unidos y que Ecoacsa trata de introducir en España.

David explica que "un banco de hábitat es la generación de un activo en el hábitat. Cuando has generado un activo con unas garantías dentro de un terreno, la cuantificación de esos activos es el crédito ambiental. La venta de ese crédito permite, por ejemplo, compensar un daño ecológico". Isabel añade: "Un crédito medioambiental es una herramienta de conservación que, al hacer mejoras sobre un terreno, ya sea de restauración o conservación del entorno, evalúa el impacto de esos trabajos en términos ambientales. Luego a esa evaluación ecológica, cuando se tenga que utilizar para hacer una transacción, habrá que darle un valor económico". Una de las circunstancias que pueden llevar a la necesidad de hacer esa transacción es un daño al medio ambiente. Según Isabel, "si una industria extractiva genera un daño, ese daño se cuantifica en términos ecológicos, y esa es una de las ventajas de los bancos de hábitat, que permiten tener una métrica para evaluar el daño. Esa misma métrica se utiliza para medir el activo que se ha generado. Así se puede hacer la compensación económica por el daño provocado".

Actualmente Ecoacsa es la única empresa española especializada en el desarrollo de bancos de hábitat. A la espera de que el Gobierno regule plenamente esta actividad —David cree que será en la segunda mitad de 2013—, la empresa se está dando a conocer. Y espera que sus clientes procedan, como en otros países, "el 60% del sector privado y el 40% del público", agrega. "Hasta ahora nos está llamando gente preguntando sobre dónde y cómo se pueden desarrollar los bancos de hábitat. Además, hemos establecido contacto con las Administraciones y les hemos hablado de nuestro posicionamiento, de que llevamos cierto tiempo desarrollando metodología y documentación, de que tenemos un portal de divulgación, etcétera", indica Isabel.

Aunque, de momento, en España quede mucho por hacer en labores de respeto y conservación del medio ambiente, David considera que los bancos de hábitat ya tienen ventajas prácticas tangibles que pueden animar su lanzamiento y consolidación. "Para las empresas, son un modo de obtener visibilidad vía responsabilidad corporativa, pues les permite optimizar sus procesos productivos. Para los propietarios de tierras, les permite obtener una rentabilidad que antes no podían darle a un terreno. Lo hacen valorizando los servicios ambientales que genera un ecosistema, como aumento de la calidad del agua, mejora de un paisaje, captación de CO2, etcétera", explica. Y es que "en muchos casos estos servicios no se están valorando, pero se están ofreciendo. Con los bancos de hábitat se obtiene un valor añadido de ese territorio más allá de su venta y explotación. Una de las mejores maneras de conservar el medio es poniéndolo en valor", agrega Isabel.

Una de las herramientas a través de las cuales Ecoacsa se están dando a conocer es con su plataforma web Mercados de Medio Ambiente. En palabras de Isabel: "Queremos convertirnos en un referente en lo que a mercados medioambientales se refiere y ser el principal foro de debate en la materia, de manera que se produzca un feedback que retroalimente a la propia plataforma. También queremos mejorar los contenidos y ampliar nuestra red de contactos". Y seguro que lo harán. Con raíces en el medio rural Isabel y asiduo del campo y la montaña David "desde que era niño", ambos sienten la naturaleza en sus venas. Y eso se nota en el desarrollo de Ecoacsa.

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