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La inflación de la zona euro baja del 2% por primera vez en más de dos años

El alza anual de los precios del consumo se modera en dos décimas hasta el 1,8% en febrero El diferencial con el índice adelantado de España (2,8%) en máximos desde principios de 2010 La inflación se sitúa en la referencia del Banco Central Europeo para la estabilidad de precios

Alejandro Bolaños

La inflación bajó otro escalón en la zona euro, empujada por la recaída de la actividad económica de los Diecisiete. Y se sitúa, por primera vez desde finales de 2010, en el rellano que, según la referencia utilizada por el Banco Central Europeo, da entrada a la estabilidad de precios a largo plazo: mantener la inflación "ligeramente por debajo del 2%". Es lo que ocurrió en febrero, a tenor de lo adelantado este viernes por Eurostat, la agencia estadística de Bruselas, que estima que el índice armonizado del mes pasado se quedó en el 1,8%, dos décimas menos que en enero.

Hay que retrotraerse dos años y medio, hasta agosto de 2010 para encontrar un avance de precios más moderado (1,6%) en la zona euro. La mínima información trasladada por Eurostat (los datos definitivos aún deberán esperar dos semanas) recalca que la inflación se ralentiza pese a que el precio de los productos de la energía vuelve a aumentar (un 4% anual, frente al 3,9% de enero). El PIB de los Diecisiete bajó un 0,6% en los meses finales de 2012, una recaída que se deja notar en la evolución de los precios de la alimentación (pasa del 3,2% al 2,7% anual) y que ya mantiene bajo control la inflación en servicios (1,6%) y bienes industriales no energéticos (0,8%).

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España es caso aparte. El indicador adelantado de febrero refleja que la inflación se mantiene en el 2,8% (el índice armonizado no siempre coincide con el IPC, que está en el 2,7%). Apenas Estonia (3,5%) y Holanda (3,2%) tenían una inflación mayor en enero. Pero en ninguno de los dos el impacto de la recesión, es ni de lejos -de hecho, en Estonia el PIB vuelve a crecer a buen ritmo-, tan elevado como en la economía española que retrocedió un 1,4% en 2012 y se apuntó una tasa de paro del 25%.

Más allá de que en la economía española también influye el alza de los productos energéticos, la resistencia de los precios, pese a la depresión del consumo privado, se explica por dos factores: según evidencian los últimos datos de contabilidad nacional, el aumento de los impuestos (sobre todo, el IVA) para atajar el déficit público se ha trasladado en buena medida a los precios; y, a diferencia de lo que ocurre con los costes laborales, los márgenes empresariales no caen pese al brusco descenso de ventas, lo que también se refleja en la inflación.

La recesión europea, la desaceleración de la actividad económica mundial, se deja notar incluso en las perspectivas de los precios energéticos, con el barril de petróleo brent enfilando los 110 dólares, tras rondar los 120 en el arranque del año. Si se incorpora al combinado el deterioro creciente del empleo en la zona euro, el debate está servido para la próxima reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, el jueves 7 de marzo. En sus últimas intervenciones, el presidente del BCE, Mario Draghi, enfrió la posibilidad de bajar los tipos del euro del 0,75% vigente. Pero la posibilidad de un recorte vuelve a cotizar en los mercados, como refleja el euríbor a un año (el tipo al que se prestan los bancos entre sí, que también es referencia para las hipotecas): tras el Consejo de Gobierno del BCE de febrero escaló al 0,62%; esta semana cerró al 0,55%.

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