Habitat refinancia su deuda tres años después de salir del concurso

Habitat fue una de las primeras inmobiliarias que sucumbieron a la crisis del ladrillo, pero luchó para demostrar que hay vida después del concurso de acreedores. Casi tres años después de zafarse de la tutela judicial, la inmobiliaria que preside Bruno Figueras ha acudido a la banca acreedora para renegociar su deuda, que asciende a cerca de 1.600 millones (1.000 millones si se excluye la parte sujeta a préstamos participativos). Según fuentes conocedoras de las negociaciones, la empresa ha pedido al sindicato bancario devolver solo el 1,5% de esa cantidad en los próximos tres años —en lugar del 24% previsto en el convenio— y abonar casi todo el préstamo entre 2016 y 2018, además de renegociar varios derivados pendientes de pago.

La inmobiliaria catalana fue la primera firma del sector en tener que pedir árnica a la banca. La crisis puso patas arriba la operación que la encumbró hasta la quinta posición de las promotoras: la adquisición de Ferrovial Inmobiliaria. Habitat, que de golpe había aumentado su tamaño en 5,5 veces, se libró del concurso a comienzos de 2008, cuando los Gobiernos central y catalán intercedieron ante la banca extranjera para lograr la primera gran refinanciación a una inmobiliaria. A finales de ese año, la empresa acudió al juez con un pasivo de 2.300 millones para abrir el segundo mayor concurso de acreedores de España.

Dos años después, en 2010, Habitat, que ha declinado hacer comentarios a este diario, salía del juzgado con un convenio que fijaba que las 40 entidades acreedoras aceptaban una quita del 20% sobre una deuda de 2.000 millones y una conversión de otro 30% (600 millones) a préstamos participativos en 2018 a cambio de cobrar el resto en ocho años. El plan también contemplaba que hasta 2012 se abonaría el 0,5% de la deuda cada año para luego elevar ese importe progresivamente hasta 2018. Este año la empresa debía retornar el 2% del capital. Fuentes cercanas a la empresa explican que, sin embargo, la crisis ha hecho imposible cumplir con el plan de negocio. En previsión de otro año negro, la inmobiliaria ha pedido a los bancos una novación, es decir, cambiar la estructura de la devolución de la deuda para concentrarla en los tres últimos años. De este modo, entre 2013 y 2015 solo abonaría el 0,5% cada año; y entre 2016 y 2018, el 32,5% del capital en cada uno de esos ejercicios.

Al mismo tiempo, también ha pedido renegociar los derivados que tenía con las entidades —ascendían a unos 30 millones— porque la promotora tampoco puede afrontarlos. Habitat ha propuesto abonar la mitad en efectivo y la otra mitad con locales. Fuentes cercanas a las negociaciones, la mayoría de las entidades, no ven con malos ojos este acuerdo.