El paro en 2012 y perspectivas para 2013

Los primeros y últimos trimestres de cada año suelen ser bastante desfavorables para el mercado laboral, lo que se debe a la estacionalidad de muchas actividades económicas en España, más acusada que en otros países. Este fenómeno y la dura coyuntura por la que atraviesa la economía española hacían presagiar un fuerte aumento del paro en el cuarto trimestre del pasado año, hasta superar los seis millones de personas. Al final, esta fatídica cifra no se ha alcanzado, pero nos hemos quedado a las puertas. La sobrepasaremos en el primer trimestre de este año. Lo que sí sobrepasamos ya hace unos cuantos trimestres es el máximo histórico de la tasa de paro de la Encuesta de Población Activa (EPA), que mantiene su tendencia al alza y alcanzó el 26% en el último trimestre.

La pérdida de empleo en el sector servicios ha sido mayor que en 2009 por los despidos en el sector público”

Con ser abultado (187.400 personas), el aumento del paro fue notablemente inferior a lo esperado. Pero ello no debe interpretarse como que el mercado laboral, y por tanto la economía en su conjunto, haya empezado a dar signos de mejora. Al contrario, la variable clave para analizar el mercado laboral, el empleo, ha registrado una caída superior a la prevista, hasta el punto de que el retroceso del PIB de seis décimas porcentuales que ha avanzado el Banco de España para el último trimestre de 2012 podría quedarse corto. La caída trimestral de los ocupados, corregida de estacionalidad y anualizada, registró tasas del 4% en los trimestres centrales del año y se ha acelerado hasta el 5,5% en el último.

En el conjunto del año, el nivel medio de ocupados fue inferior en un 4,5% al del año anterior (822.600 personas), el segundo descenso más importante de la serie histórica después del de 2009. Ningún sector se libró de perder empleo: en la agricultura, un 0,9%; en la industria, un 4,9%; en la construcción, un 17,6%, y en los servicios, un 3,3%. En este último caso la caída es superior a la de 2009, lo que se debe a que, al contrario que entonces, el sector público se ha sumado al proceso de ajuste de plantillas. Como se ve en el gráfico inferior izquierdo, los asalariados del sector público disminuyeron un 7% (219.000 personas) a lo largo de 2012, frente a un 5,9% (685.000 personas) en el sector privado. También se observa cómo hasta mediados de 2011 el sector público estuvo aumentando sus plantillas a ritmos elevados, lo que fue una de las causas de que el déficit público se descontrolara, con las consecuencias que ahora estamos pagando.

El aumento del paro en el último trimestre fue bastante inferior a la caída del empleo, que alcanzó a 363.400 ocupados (unos 250.000 en términos desestacionalizados). Ello fue posible por la disminución de los activos en 176.000 personas. Como se ve en el gráfico superior izquierdo, la evolución de esta variable es bastante volátil, pero se explica por la de la población en edad de trabajar. En los últimos trimestres esta ha acelerado su ritmo de caída por encima de las estimaciones más recientes del INE, lo que debe explicarse por una mayor salida de inmigrantes. A ello se ha sumado el abandono del mercado laboral sobre todo de jóvenes, bien por desánimo o porque se han ido fuera de España a buscarse la vida. Es decir, está disminuyendo la población en edad de trabajar y el porcentaje de la misma que se mantiene como activo (tasa de actividad).

Hacer previsiones sobre el comportamiento a corto plazo de la emigración o de la tasa de actividad es complicado e incierto, y de ello depende en gran medida la evolución del paro. En las previsiones para 2013 se parte de las hipótesis de que la población en edad de trabajar continúa acelerando ligeramente su ritmo de descenso y que la tasa de actividad se estabiliza (hasta ahora ha estado aumentando). La otra variable es el empleo, que viene determinado por la evolución del PIB y por la productividad aparente del factor trabajo. Las previsiones apuntan a que el PIB siga cayendo hasta el tercer trimestre y que la productividad se desacelere, lo que daría lugar a caídas del empleo durante todo el año, aunque a un ritmo decreciente. El resultado de todo ello en términos de paro es que este, corregido de estacionalidad, siga aumentando en los dos primeros trimestres del año y se estabilice después a una tasa del 26,7% de la población activa, es decir, algo por encima de los seis millones de personas.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas)