La wifi gratis busca el tesoro
Pese a la proliferación de redes, el sector no logra encontrar su modelo de negocio
Cada día, decenas de millones de personas en el mundo se conectan gratis a Internet con sus teléfonos móviles, tabletas o consolas en aeropuertos, vagones de metro, locales de ocio o zonas céntricas de las ciudades a través de redes inalámbricas públicas. Desde que hace una década se inició el despliegue de estas redes wifi promovidas por municipios, compañías de transporte, instituciones y empresas, han tratado de sacarle jugo a ese tráfico sin que hasta la fecha los resultados hayan sido brillantes. Y ello pese a que, según eMarketer, se espera que este año 1.700 millones de personas en el mundo accedan a Internet a través de dispositivos móviles.
Los primeros intentos, con suscripciones a bajo precio, no funcionaron. Tampoco los modelos gratis han dado para grandes fiestas, de modo que muchos de los proyectos nacidos para monetizar el nuevo filón aún no han cuajado. Los dos grandes agregadores de hotspots (puntos calientes) de wifi gratuita en EE UU, iPass y Boingo, que ofrecen a sus clientes wifi gratis en todo el mundo a través de acuerdos con operadores locales, no han cumplido las expectativas. Con más de un millón de hotspots en 113 países, iPass salió a Bolsa en 2003 y sus acciones llegaron a valer 27 dólares ese mismo año. Ahora cotiza a 2. Igual le ha pasado a Boingo, que comenzó a cotizar en 2011 por unos 12 dólares y ahora vale menos de 8. Sus ingresos no entusiasman, y menos aún los de iPass, que han caído desde 191,3 millones de dólares en 2008 hasta 140,7 millones en 2011.
La gran excepción es —sorpresa— la española Gowex. Fundada en los noventa como proveedora de Internet, entró en la wifi gratis en 2006. Creadora de las ciudades wifi, Gowex se hizo con el liderazgo a partir de un modelo inédito pero efectivo: acuerdos con Ayuntamientos mediante los cuales estos pagaban la infraestructura de las zonas wifi y la firma se hacía cargo del mantenimiento, pagado con ingresos publicitarios. Resultó tan interesante que tras un primer contrato, el de Avilés, Gowex acabaría sumando muchos otros, en España y fuera, con municipios, asociaciones y compañías de transporte, en los que ofrece wifi gratis (512 kbps) o de pago (8 euros al mes por 6 megas). Presente en unas 65 ciudades del mundo (15 en España), Gowex presta servicio además a 15 compañías de metro o autobuses en Buenos Aires, París, Marsella o Dubái. También tiene acuerdos con Nintendo y Deutsche Telekom (DT). Jenaro García, fundador y consejero delegado de la empresa, explica que este último contrato “nos permite dar servicio a nuestros usuarios en unos 29.000 hotspots de DT en el mundo”.
La gran excepción es la empresa española Gowex, que sigue en alza
Gowex, que en 2006 facturaba 10,5 millones de euros, cerró 2011 con 66,7 millones y va a superar los 100 millones en 2012. No extraña que haya sido el gran éxito bursátil del año pasado. Tras salir a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) en 2010 a 4,2 euros, valía 14,4 el jueves. Su valor se ha duplicado en los últimos cinco meses. La empresa, que ya cotiza en el NYSE-Alternext , ha solicitado entrar en la Bolsa de Nueva York. “Nuestra capitalización supera los 180 millones de euros”, recuerda García.
El despegue de Gowex ha sido paralelo al de los teléfonos inteligentes. En 2006, solo 4 de cada 10 usuarios de Internet utilizaban la wifi, y en 2011 ya eran 8 de cada 10. ¿Qué ha llevado a la gente a utilizar esas redes? “Factores varios”, explica García, “como la limitación de los paquetes de 3G y el que muchos usuarios porten equipos (tabletas, consolas, portátiles) sin contrato”. Luego están los turistas, que evitan utilizar sus smartphones debido a los altos costes del roaming, lo que explica que en el centro de Madrid un alto porcentaje de los usuarios de estas redes sean extranjeros (7 de cada 10 en la plaza de Cibeles).
Quizá por eso tengan tanto interés los Ayuntamientos en patrocinar la wifi gratis. En 2004 solo había 13 Ayuntamientos españoles que la tenían y en 2011 ya eran más de 500. Pese a todo, Gowex está ahora más centrada en el frente exterior que en España, lo que puede deberse al parón de la inversión publicitaria aquí. El año pasado consiguió fuera la mayor parte de sus contratos, lo que explica, prosigue el consejero delegado, que “en 2012 hayamos tenido más facturación en el extranjero que en España”.
Pero Gowex tendrá que enfrentarse a un entorno inestable. Uno de ellos, la creciente competencia de firmas que están entrando en el sector, venidas de otras áreas: Ibersontel, especializada en centralitas IP wifi en hoteles (con Ávila); Iberfone, una compañía de nicho (Valdepeñas, Manzanares, Orihuela, Burjassot, Alzira…); Impala Networks, que viene de la nube y los centros de datos (Gavá), o Eurona Telecom, telefonía por satélite y que también cotiza en el MAB (con Zaragoza). Luego están las grandes de la tecnología, decididas a entrar en el negocio. Google va a proporcionar wifi gratis en el barrio de Chelsea (Manhattan). Y en Londres, Nokia o Virgin Media también lo ofrecen.
Tanto las compañías ultraespecializadas como las grandes del sector de las telecomunicaciones empiezan a buscar su sitio
Algunos creen, sin embargo, que la mayor amenaza podría venir del despliegue del 4G, mucho más potente. Telefónica está en ello, si bien García se muestra escéptico. “Llevan mucho tiempo diciéndolo, no estoy seguro de que lo hagan. La wifi es una tecnología mucho más barata”. A las operadoras convencionales no les hace gracia la wifi gratis, y menos que lo hagan los Ayuntamientos. En Redtel, la asociación que las agrupa, opinan que “la subvención a las redes wifi es competencia desleal” y que esas redes públicas “operan con ventajas regulatorias sobre nosotros y detraen recursos necesarios para el desarrollo de las redes”.
De cara al futuro, ante la posibilidad de que el mercado de la wifi gratis empiece a madurar, la gran apuesta de Gowex son las ciudades inteligentes, “un tema decisivo”, explica García, “ya que aportará grandes beneficios”. Su idea es aprovechar sus redes y plataformas (como la de roaming o de geolocalización) para ofrecer a los Ayuntamientos servicios como “la gestión de flotas en remoto, la lectura de contadores online, la videovigilancia IP, la gestión de basuras o el control de semáforos”, unos servicios que funcionan sobre la base de las conexiones machine-to-machine y mediante la combinación de la tecnología sin hilos con los sensores.
García ha trazado ya su objetivo en el nuevo escenario de la wifi: estar en cinco años en las 300 capitales más importantes del mundo, algunas de las cuales se asociarán con Gowex en 2013. La estrategia se apoya en tres pilares: “Aprovechar la posición adquirida en las 65 ciudades en las que estamos, el efecto red producido por estas y la decisión de coinvertir (un 30% o un 50%) en esos proyectos”. Para poder avanzar con esta fórmula de la asociación público-privada, Gowex ha llevado a cabo a finales de año una ampliación de capital de 17,7 millones de euros.
Claro que también aquí se va a topar con la dura competencia de empresas muy grandes: IBM, Cisco (que acaba de comprar Meraki por 1.200 millones de dólares) y, por supuesto, Telefónica, que ha anunciado su intención de apostar también por las smart cities a través de su división Telefónica Digital. A García todo esto no le inhibe. “Lo importante es que España se ha convertido en una gran potencia mundial en ciudades wifi, por delante incluso de Francia o EE UU, y eso representa una gran oportunidad para todos”.
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