La confianza de los inversores no remonta
El 66% de los ahorradores españoles ve el final de la crisis en un plazo superior a tres años
La Encuesta de Confianza del Inversor elaborada por JP Morgan Asset Management pone de manifiesto una vez más que la economía real marcha a una velocidad distinta de la economía financiera. En el segundo semestre de 2012, la Bolsa española rebotó con fuerza y el Ibex se convirtió en este periodo en uno de los mejores índices del mundo por rentabilidad. Esta mejoría bursátil, sin embargo, no ha calado en el ánimo de los ahorradores españoles, que siguen sin ver el panorama despejado.
El paro, la devaluación interna y la incógnita sobre la sostenibilidad del Estado de bienestar impiden que los ciudadanos se dejen embaucar por los cantos de sirena del rebote de los mercados. En la oleada correspondiente al cuarto trimestre de 2012, el índice de confianza del inversor ha registrado su segundo peor dato desde que comenzó la encuesta hace cinco años y se ha situado en -4,35, empeorando sensiblemente respecto al trimestre anterior (-3,65).
Gusta la Bolsa
Desde J. P. Morgan Asset Management llevan tiempo apostando por los activos de riesgo, y el comportamiento del mercado les está dando la razón. La estrategia de inversión con la que la gestora comienza 2013 no varía mucho de la que tenían en los últimos meses de 2012: gustan sobre todo la renta variable y el crédito corporativo, principalmente los bonos de alta rentabilidad (high yield).
“Creemos que el patrón se volverá a repetir. Es decir, no será un año extraordinario para el crecimiento económico mundial, pero los activos de riesgo sí tienen posibilidades de vivir un buen ejercicio”, comenta Manuel Arroyo, director de estrategia de J. P. Morgan Asset Management. “Siempre que los bancos centrales ponen en práctica políticas tan expansivas como la actual, las acciones y la deuda corporativa suelen ser los grandes beneficiados al empujar a los inversores a buscar nuevos nichos de rentabilidad”, añade.
Las preferencias bursátiles de J. P. Morgan Asset Management se concentran en los mercados de economías desarrolladas, principalmente en Europa continental, donde están muy sobreponderados. “Estamos largos [comprados] en EE UU, Europa y Japón. En la Bolsa británica la estrategia es de mayor cautela y en las Bolsas emergentes nuestra recomendación es mantenerse neutral”, dice Arroyo.
En deuda corporativa J. P. Morgan cree que aún queda recorrido, aunque menos que en 2012. “Las emisiones de compañías con grado de inversión son buenas para los más conservadores. Nos siguen gustando los bonos de alto rendimiento ya que las tasas de impago están en mínimos”, señala Arroyo.
Otro activo recomendado para 2013 es tener exposición a las materias primas a través de una cesta de varias commodities.
Este índice se obtiene ponderando las respuestas a la siguiente pregunta: ¿cómo creen que evolucionarán las Bolsas en los próximos seis meses? La media de todas las evaluaciones indica la tendencia del mercado. Si todos los encuestados contestaran que ven “muy probable” que la Bolsa suba, el valor del índice sería de 20, mientras que si todos contestase que es “muy probable” que el mercado cayese, sería de -20. Es destacable la fuerte divergencia que hay ahora entre los inversores —aquellos con conocimientos financieros mayores y que siguen más de cerca los mercados—, que son menos pesimistas (-2,2), y los denominados ahorradores puros, cuyo pesimismo (-4,9) lastra la media.
El miedo al futuro se cristaliza en una conclusión tan cristalina como tenebrosa cuando se pregunta a los ciudadanos cuándo creen ellos que se pondrá fin a la crisis económica. Cuando se introdujo esta cuestión en la encuesta a mediados de 2009, un 47% de los ahorradores pensaba que tardaríamos al menos dos años en salir de la recesión. Pues bien, en el cuarto trimestre de 2012, tres años más tarde, el porcentaje de personas que consideran que el fin de la crisis tardará al menos dos años en llegar es del 88%. Además, un 63% es aún más pesimista y piensa que serán al menos tres los años que tardaremos en ver la luz al final del túnel.
Con esta percepción tan pesimista de la economía no es de extrañar que las motivaciones de los inversores sean muy, muy conservadoras. El 52,1% de los encuestados, lo que más valora a la hora de invertir es “no perder dinero”; el 36,1% afirma que está dispuesto a sacrificar parte de la rentabilidad a cambio de “cierta seguridad”, mientras que solo el 11,8% busca la máxima rentabilidad. Se trata de cifras parecidas a las del tercer trimestre de 2012.
Los depósitos y las cuentas remuneradas siguen siendo, con mucha diferencia, los productos favoritos de los españoles. El porcentaje de ahorradores que cuentan con este tipo de instrumentos en sus carteras nunca ha caído por debajo del 75%; este valor mínimo se registró en el segundo trimestre de 2008, y desde entonces ha ido en aumento hasta llegar a un 96%, nivel en el que nos encontramos desde abril de 2012. La preferencia de los inversores por estos productos continuará. En la última oleada de la encuesta, cuando se pregunta qué activos comprará en el próximo semestre, el 73,7% de los encuestados señala que depósitos o cuentas remuneradas, el 9,1% elige los planes de pensiones, el 2,3% prevé invertir en renta fija, y el 2,2%, en fondos de inversión.
La Bolsa española es donde mayor número de ahorradores (22,4%) prevén las principales revalorizaciones en la primera mitad de 2013, seguida por la renta variable europea (18,6%) y las acciones de compañías asiáticas (18,2%). El mercado estadounidense remonta con respecto a oleadas anteriores, y un 15,4% se decanta por Wall Street a la hora de elegir el mejor mercado.
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