Draghi secunda a Berlín y advierte de que tardará un año en supervisar a la banca
Insiste en que habrá condiciones estrictas para los países que pidan el rescate Pide a los socios del euro que se aclaren sobre Afirma que España está progresando "más rápido" de lo previsto El presidente del BCE asegura que es fundamental que vuelva a fluir el crédito
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi,se ha alineado este martes con las tesis de Alemania y los países Triple A del euro sobre la unión bancaria. Según ha explicado Draghi en una intervención en el Parlamento Europeo, la Autoridad Monetaria necesita un año para asumir la supervisión bancaria de la Eurozona, un paso previo ineludible para poner en marcha las ayudas directas a la banca que persigue España para evitar que el Estado tenga que responder del crédito para sanear el sector. Con ello, se disiparía el vínculo entre riesgo soberano y bancario que ha agravado la crisis y la situación de España en los mercados.
Pese a las prisas de España, Francia y de la propia Comisión Europea para poner en marcha el proceso, Alemania y los países del norte como Finlandia o Austria, que son también los que gozan de las máximas calificaciones de solvencia, aseguran que se necesita más tiempo si se quiere garantizar que sea una supervisión de calidad. Además, pese a las bases del acuerdo entre los socios europeos en junio, rechazan que los fondos de rescate puedan hacerse responsable de los activos tóxicos heredados (es decir, de la basura acumulada en bancos malos como el español).
Sobre este último punto, Draghi ha admitido su sorpresa frente al cambio de rumbo de los Triple A. "Cuanto antes se despejen las dudas sobre lo que se consideran o no deudas anteriores, mejor", ha afirmado antes de argumentar que "esta distinción sorprendió a muchos y ahora debe ser aclarada". "Es muy importante", ha subrayado.
El dirigente de la Autoridad Monetaria europea ha asegurado también que el cumplimiento de unas "condiciones estrictas" por parte de los beneficiarios es un elemento clave del programa de compra de bonos de la institución. Además, ha recordado que el BCE solo actuará cuando un país solicite la ayuda de los fondos comunitarios de rescate y se someta a sus condiciones, y se suspenderá si el país no cumple.
Según el banquero italiano, la condicionalidad garantiza que el BCE no incumple su mandato centrado en mantener la estabilidad de los precios y asegura que no se compensa a un país que no haga todo lo necesario en materia de ajuste fiscal. "La condicionalidad, en particular, preserva los incentivos para que los gobiernos continúen con los ajustes económicos y fiscales", ha insistido Draghi.
El presidente del BCE, que ha explicado a los eurodiputados los detalles del plan para apoyar a los países en apuros en los mercados, aseguró que este supone una "barrera efectiva para evitar escenarios destructivos" en la zona euro.
Draghi ha recordado que las intervenciones serán en el mercado secundario y centradas en bonos con una madurez de entre uno y tres años, para los que el BCE aceptará "el mismo tratamiento que el de un agente privado o cualquier otro acreedor". Además, ha vuelto a reiterar que si se inicia la compra de bonos de un país esta solo se detendrá cuando se hayan cumplido los objetivos o en caso de que el Estado miembro no cumpla con las condiciones.
En el plano macroeconómico, el presidente del BCE ha vuelto a insistir en que la actividad económica en la zona euro será "débil" en el futuro próximo y de que la recuperación será "muy gradual". Así, ha señalado que hay "riesgos" de que esas perspectivas empeoren aún más debido a las "tensiones en varios mercados financieros de la zona euro". Además, para garantizar la recuperación, ha defendido que "revitalizar el crédito es crucial”, algo para lo que antes debe recuperarse la confianza de los inversores en los bancos.
Pese a sus sombríos augurios, Draghi ha asegurado que "hay razones para confiar" en la situación y el futuro del sector financiero europeo siempre que las autoridades "continúen aplicando las medidas acordadas con determinación". "Estas medidas incluyen reformas macroeconómicas y estructurales para asegurar la competitividad y la sostenibilidad de las finanzas públicas, incluyen reformas financieras para asegurar la resistencia y el buen funcionamiento del sistema financiero, e incluyen un mayor desarrollo del marco institucional europeo", ha explicado.
En este punto, para Draghi, España está realizando progresos. De hecho, ha asegurado que está avanzando “más rápido de lo previsto”. También se ha mostrado optimista sobre Grecia, que ha registrado progresos "significativos y evidentes" gracias a los programas de reforma aprobados por el Gobierno y controlados por la troika, aunque ha advertido que "queda trabajo por delante". "En Portugal han aumentado las exportaciones y por primera vez ha emitido obligaciones en el mercado", ha señalado antes de pasar al siguiente de la lista: Irlanda. "Y también en Irlanda se vio el progreso de forma temprana y evidente", ha afirmado.
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