El nuevo oasis fiscal se llama Singapur
Berlín investiga a la banca suiza por transferir las fortunas de alemanes a Asia La lista de evasores estaba en un CD comprado a ejecutivos de Zúrich
El capítulo que dedica el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en su página web para calificar las relaciones políticas y económicas de la primera potencia económica de Europa con Singapur está marcado con adjetivos positivos. “La relación bilateral es muy buena”, señala el ministerio y añade que Singapur es visto como un aliado estratégico para dinamizar las relaciones entre los países europeos y asiáticos.
Esta interesada apreciación puede cambiar radicalmente después de que el fisco alemán descubriera, gracias al pago de varios millones de euros a espías suizos, que los millonarios evasores fiscales germanos, que tenían cuentas secretas en Suiza, decidieron trasladar sus fortunas a bancos de Singapur. Según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, el fisco investiga a los bancos suizos UBS y Julius Bär, sospechosos de transferir dinero de clientes alemanes a países asiáticos.
“Singapur es mejor que Suiza”, reza el título de un folleto que se puede leer estos días en varias direcciones electrónicas alemanas, que recomiendan al país asiático como un puerto seguro para anclar los millones que dormían pacíficamente en los bancos suizos. “Singapur ofrece seguridad y discreción”, añade el folleto.
Información comprometida
Según el portal Spiegel Online, Singapur está en camino de convertirse en el mejor heredero del oasis fiscal suizo, una afirmación que está apoyada por la información que descubrieron los sabuesos del fisco alemán, después de analizar varios CD que compró el Gobierno regional de Renania del Norte Westfalia en un inédito mercado negro que está floreciendo en los medios financieros suizos. Las autoridades regionales pagaron hace unos días unos nueve millones de euros por varios CD que contenían nombres de evasores fiscales alemanes. Los vendedores, altos ejecutivos de la banca suiza, están protegidos por el manto cómplice del silencio de las autoridades alemanas.
Otro medio alemán, el Financial Times Deutschland, señala que gran parte del dinero negro depositado en Suiza fue transferido en los últimos meses a Singapur. El país asiático ha recibido, según un informe de PricewaterhouseCoopers, la friolera de 500.000 millones de dólares (400.000 millones de euros).
El magnetismo que atrae los millones de Europa es fácil de explicar. Singapur es un oasis fiscal que ofrece garantías que ningún otro país está en condiciones de dar. Por ejemplo, las plusvalías y las herencias no pagan impuestos, el impuesto de la renta está limitado al 15% de los ingresos y todas las fundaciones están libres de impuestos.
"Crimen organizado"
Pero la alegre transferencia del capital alemán depositado en cuentas secretas suizas a Singapur, puede sufrir un incómodo accidente si se concreta una petición que hizo el presidente el partido socialdemócrata alemán (SPD), Sigmar Gabriel, que acusó ayer a la banca suiza de utilizar métodos propios del “crimen organizado” para favorecer la evasión fiscal en Alemania.
“De lo que estamos hablando aquí es de criminalidad organizada desde los bancos suizos hacia Alemania”, dijo el líder socialdemócrata en declaraciones a la radio pública germana, al referirse a las sospechas de complicidad de la banca helvética con la transferencia de dinero de evasores alemanes a Singapur.
El líder del SPD desea que la Fiscalía federal germana abra una investigación para perseguir a los evasores fiscales alemanes, que han decidido sacar sus millones de Suiza y enviarlos a Singapur, un país que tiene relaciones “muy buenas” con Alemania, pero que hace la vista gorda a la hora de recibir dinero negro en sus bancos.
Sigmar Gabriel, uno de los pocos políticos alemanes que han mantenido un perfil alto durante la pausa veraniega, sostiene que Alemania debería orientarse según el modelo estadounidense, que amenazó a la banca suiza con la acción de la justicia. El presidente del SPD también criticó con dureza un acuerdo fiscal suscrito por Suiza y Alemania, que calificó como una medida destinada a “legalizar la evasión fiscal” de los alemanes ricos.
El líder socialdemócrata defendió la compra de los CD con información sobre cuentas secretas de contribuyentes alemanes en Suiza, una medida que fue criticada por el Ministerio de Finanzas. El Gobierno federal teme que estas compras hagan peligrar el acuerdo en materia fiscal entre Alemania y Suiza, con el que supuestamente se pretende alcanzar una mayor cooperación entre los dos países frente a la evasión fiscal.
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