La oportunidad de formarse
Los cursos gratuitos son una alternativa contra el paro para los desempleados andaluces
Desde marzo de 2011, Juan Francisco Jiménez está desempleado. Este malagueño de 50 años trabajó como administrativo durante más de dos décadas en la misma empresa. “Creía que llegaría a jubilarme en ella”, reconoce. Pero de la noche a la mañana, le despidieron. Tras buscar empleo sin éxito durante varios meses, Jiménez decidió apuntarse a uno de los cursos gratuitos que subvenciona la Junta de Andalucía para desempleados. “Trabajé como administrativo sin tener ni un solo título, ahora quiero formarme y aprovechar esta oportunidad”, afirma.
Al igual que este malagueño, sus catorce compañeros de clase creen que estos cursos de formación son la vía para empezar un futuro mejor y “no dejarse arrastrar” por la difícil coyuntura económica. “Hay que estar preparados y formados para cuando la situación mejore”, asegura Encarni Maldonado, de 43 años y desempleada desde hace más de seis meses. “La situación no está ni para buscar empleo ni para estar parados en casa”, añade.
Y las cifras no engañan. Según el informe publicado a principios de julio por la oficina estadística europea Eurostat, Andalucía fue la región con mayor índice de desempleados de la Unión Europea con un porcentaje que alcanzó el 30,4% en 2011. Sin ir más lejos, el mes pasado, la comunidad superó el millón de desempleados. “Desde que comenzó la crisis, se ha notado un aumento en el número de solicitudes. Ahora no es extraño que por curso se presenten 200 peticiones”, afirma el director de la academia Nuestra Señora de la Esperanza, José Francisco Olvera.
Aumentan las solicitudes y se transforma el perfil de los interesados en realizar los cursos de formación
Junto al aumento de solicitudes, la actual situación económica también ha transformado el perfil de los interesados en realizar estos cursos. “Antes, eran personas con menos formación, mayoritariamente mujeres o estudiantes que querían perfeccionar determinados conocimientos. Ahora nos podemos encontrar desde personas más mayores o jóvenes licenciados e, incluso, con estudios de postgrado. También hay más hombres que antes”, reconoce Fernando Pérez, profesor de contabilidad del centro.
Según Olvera, los cursos que mayor demanda tienen son los relacionados con el área de administración y gestión así como los de informática. A la hora de elegir taller, los interesados se decantan por aquellos que ofrecen compromiso de contratación en las empresas donde los alumnos realizan las prácticas del curso. “También prefieren aquellos con los que obtendrán un título oficial frente a los que ofrecen un certificado”, puntualiza el director. “Nuestra ilusión es que, una vez terminadas las prácticas, tengamos suerte y nos quedemos en la empresa”, reconoce Pepi Valadés, de 48 años y desempleada desde hace cuatro.
Pero la crisis también comienza a ahogar a las academias de la comunidad. Así lo ha denunciado la Federación Andaluza de Empresas de Formación que afirma que la Junta les debe 40 millones de euros y que existen pagos pendientes desde 2006. “100 centros han tenido que echar el cierre y en otros, como en el mio, no hemos podido realizar todos los cursos programados por falta de financiación”, aclara Olvera, quien puntualiza que el sector va a comenzar a movilizarse. “Si solo trabajara con la Junta ya me hubiera muerto”, agrega.
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