El déficit público se resiste
Los datos hasta mayo auguran un importante desfase presupuestario en 2012
Tras las relativamente buenas noticias que nos dieron la semana anterior las dos consultoras que hicieron las pruebas de resistencia a los bancos españoles, en el sentido de que las necesidades de capital resultantes eran cifras razonables y asumibles por el Estado, en esta semana los dirigentes europeos nos sorprendieron positivamente con decisiones que, francamente, yo no esperaba. La ayuda financiera para recapitalizar a los bancos parece que podrá ir directamente a los mismos sin cargar la deuda del Estado, dicha deuda no tendrá primacía sobre la privada y los fondos europeos de estabilidad (el actual FEEF o su sustituto el MEDE) podrán intervenir en los mercados secundarios de deuda pública para evitar que las primas de riesgo de países como España o Italia se disparen hasta niveles asfixiantes, provocando la huida de los inversores y dejando sin financiación al conjunto de la economía.
No obstante, hay que ser cautos: las cosas en Europa no cambian tan rápidamente y falta desarrollar la letra pequeña de dichos acuerdos políticos. Además, todo ello estará sujeto a una estricta condicionalidad, es decir, que se obligará a los Estados beneficiarios a cumplir a rajatabla los deberes que se les impongan, entre ellos, los objetivos de déficit público. Es la política del palo y la zanahoria, con la ventaja de que ahora se ve la zanahoria, mientras que hasta ahora solo se veía el palo.
Hablando de déficit público, esta semana el Estado y la Seguridad Social publicaron las cifras de ejecución de sus presupuestos hasta mayo. Y la verdad, las cifras no son buenas. El primero ha acumulado un déficit desde enero hasta mayo de 36.364 millones de euros, prácticamente igual al que marcan los presupuestos como objetivo para todo el año. Esta cifra supone un aumento del 30% respecto a la del mismo periodo de 2011. Es cierto que este déficit está hinchado por el hecho de que el Estado, con el fin de facilitarles liquidez, ha estado adelantando a las administraciones territoriales y a la Seguridad Social dinero que hubiera tenido que transferirles en los meses próximos. Pero si descontamos estos adelantos, 7.787 millones, el déficit aún sigue siendo ligeramente superior al del año anterior por estas fechas.
¿Entienden por qué algunos miembros del Gobierno insinúan que habrá pronto subidas de impuestos?
Dadas las distorsiones que se producen en las comparaciones de los ingresos y gastos públicos respecto a los años anteriores, porque los mismos se van ejecutando siguiendo un calendario diferente, es útil ver la tendencia de estas cifras haciendo una suma móvil de 12 meses, en la que estas distorsiones se difuminan. También es útil eliminar ingresos o gastos atípicos o extraordinarios. En el gráfico superior izquierdo se presentan las cifras ajustadas de algunos de estos atípicos, como son los gastos anticipados del año actual señalados y los ingresos que contablemente se anotó el Estado en 2011 como resultado de las liquidaciones de impuestos compartidos con las administraciones territoriales correspondientes al ejercicio de 2009. Lo que se ve en el gráfico es que el déficit ajustado del Estado acabó el pasado año en una cifra de unos 53.000 millones (el 5% del PIB) y que, en términos de suma móvil de 12 meses, a la altura de mayo seguía en los mismos 53.000 millones, muy alejado del objetivo para final de año de 37.000 millones (3,5% del PIB).
Ahora bien, ello no significa en principio que al Estado le sea difícil alcanzar su objetivo, ya que las administraciones territoriales deben hacerle de nuevo al final de año transferencias por más de 20.000 millones como resultado de las liquidaciones del ejercicio de 2010. El problema será, por tanto, otra vez para dichas administraciones, a las que les va a ser muy difícil reducir sus gastos en la cuantía requerida.
En cuanto a la Seguridad Social, en los últimos 12 meses registra un déficit (ajustado descontando de sus ingresos los anticipos que le ha hecho el Estado en los primeros meses de este año) de 2.500 millones, y va a más, por lo que va a ser casi imposible que al final del año se encuentre en equilibrio, como está previsto.
En resumen, el riesgo de que el déficit público total se desvíe de nuevo este año notablemente por encima de los objetivos es muy elevado. ¿Entienden ahora por qué algunos miembros del Gobierno insinúan que va a haber pronto subidas de impuestos?
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Indicadores de confianza
Como es habitual en la última semana de cada mes, la Comisión Europea publicó los indicadores de confianza que elabora para todos los países de la Unión, en este caso con datos de junio. Con la excepción del de la industria, los indicadores españoles mejoraron moderadamente después de sufrir notables caídas en mayo. No obstante, las medias trimestrales, tal como se muestra en los gráficos adjuntos, dan caídas significativas en el segundo trimestre respecto al primero. Tras estas caídas, el indicador de confianza de los consumidores se encuentra 15 puntos porcentuales (pp) por debajo de su media histórica; el de la industria, 7,5 pp, y el de la construcción, 44 pp. A partir de los indicadores de confianza de los sectores, la Comisión elabora un Índice de Sentimiento Económico global como indicador del conjunto de la economía. En mayo, este índice recuperó la caída de mayo, al contrario que la zona del euro, si bien la media trimestral registra un empeoramiento importante, similar al de dicha zona.
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