Cirugía estética para el MBA
Las escuelas de negocios flexibilizan la duración de sus programas estrella, ajustan contenidos y amplían horizontes ante un futuro dominado por Internet y Asia
El que fuera el programa estrella de toda escuela de negocios, el MBA (master in business administration),pierde brillo a marchas forzadas. En Europa se han reducido las solicitudes para cursar uno de estos programas superiores destinados a hombres y mujeres de negocios. En Estados Unidos también pierden fuelle. Las escuelas reaccionan para que la piedra angular de muchas siga llenando sus aulas: son más flexibles con la duración, incluyen contenidos moldeados al calor de la crisis económica o las implicaciones éticas que ha conllevado y se esfuerzan por lograr más conexión con centros asiáticos.
Las solicitudes de acceso a un MBA llevan tres años en descenso. Tras alcanzar las 265.613 peticiones en 2009, el año pasado se registraron 258.192. Todo indica que la tendencia continuará en 2012, según el Graduate Management Admission Council (GMAC). “Si el modo de hacer negocios está cambiando parece lógico que también deban hacerlo las escuelas de negocios”, apunta el presidente del Lorange Institute of Business de Zurich, Peter Lorange.
Las nuevas exigencias flotan en el aire y algunos centros ya han comenzado los cambios. Los directores de escuelas de negocios de 43 países, reunidos en Barcelona en la conferencia anual de la Association of MBA (AMBA), coincidieron a grandes rasgos en subrayar que Internet y Asia serán los factores clave que marcarán la senda a seguir. “El paradigma está cambiando pero los líderes van a seguir siendo necesarios”, asegura Sharon Bamford, directora de la británica AMBA, una de las tres asociaciones de acreditación de escuelas de negocios más importantes del mundo. “El éxito de las escuelas dependerá del grado de flexibilidad de sus programas”, concluye Bamford.
La Kellogg School of Management anunció el pasado febrero una nueva estrategia. Incluye reducir las plazas de su MBA de dos años (la duración más clásica en Estados Unidos) y ofrecer más plazas en el programa intensivo, de un año. “La naturaleza de los negocios y cómo funcionan en el siglo XXI requiere que repensemos quiénes somos y cómo hacemos las cosas”, justificó la institución. El centro se adapta a futuros ejecutivos que quieren más en menos tiempo. Muchos, porque llegan de Asia o Europa, y prefieren programas más concentrados que les permitan continuar con su carrera cuanto antes. Además, el precio de un MBA en una escuela considerada de primer nivel puede superar los 100.000 euros. Las tasas y el coste que conllevan se reduce si dura menos.
Aumenta el interés por los cursos más cortos, sobre todo entre los asiáticos
Wharton (Pensilvania, EE UU), también está revisando los cimientos de sus programas MBA ante la promoción que saldrá con el título bajo el brazo en 2014. “Ofrece más flexibilidad basada en tu bagaje, experiencia y opciones de carrera”, explica la institución. En el programa de dos años permite elegir una especialización desde el primer año, y no en el segundo como es habitual. Además, da mayor margen de asignaturas optativas, acceso a un futuro programa de formación para ejecutivos y otorga más importancia a los contenidos sobre ética y la responsabilidad legal.
“En el futuro, los programas presenciales y a tiempo completo van a dar paso a una mayor diversidad de planes de estudio como cursos de menor duración, con metodologías online y que no se localicen geográficamente en un mismo punto. La colaboración entre escuelas será fundamental”, asegura Gabriel Hawawini, de la francesa INSEAD.
“Los diez empleos con más demanda de 2010 no existían en 2004”, asegura Doug Gray, director de la consultoría laboral Talenthawk Gray. Define a la Generación Y (los nacidos entre 1978 y 1998) como “la más preparada de la historia”, una juventud de nativos digitales que “deberán ser educados para sentir motivación por cambiar en cualquier momento su rol, sector o ubicación”. Gray estima que los estudiantes de hoy pasarán por hasta 14 empleos diferentes hasta encontrar un puesto laboral estable.
Las instituciones saben además que el futuro no está en los países en los que fueron fundadas, sino en el mundo entero, y en especial, en Oriente. Los estudiantes del este y sudeste asiático fueron, detrás de Estados Unidos, los que realizaron más pruebas para entrar en una escuela de negocios en 2011, según el informe anual de tendencias del GMAC. Y además, China e India son cada vez destinos más atractivos para los estudiantes de MBA de Europa y Estados Unidos, conscientes de que su futuro laboral pasará muy probablemente por Asia.
Michael Desiderio, director de la organización de acreditación EMBA, afirma que China ya es el destino más popular entre los estudiantes de MBA de las escuelas adscritas a su organización, que cuenta con, entre otros, la Universidad de Columbia, la de Nueva York y la de Berkeley en California.
Globales y conectadas
Los MBA preparan ejecutivos para el futuro, por lo que deben adelantarse a lo que pedirán los negocios los próximos años. “Internet va a tener un peso muy elevado, más del que imaginamos, y es probable que la clase presencial pase a ser solo una sesión con mucho valor añadido”, opina el decano de Esade, Alfons Sauquet. “El paisaje de la educación de negocios va a abrirse y habrá muchas formas de entenderlo. Las escuelas están tomando riesgos, buscando ganar identidad y valor singular”, añade, citando el ejemplo del programa Field de la Universidad de Harvard, en el que los alumnos pasan una semana incrustados en una compañía de un país de economía emergente para desarrollar proyectos.
“El concepto ubicación va a ser irrelevante porque puede que los emprendedores nunca conozcan en persona ni a su equipo, ni a sus proveedores, ni a sus clientes”, abunda el director de Ark Horizons, Dan Sandhu. Pero aunque los escenarios se diluyan, conocer la forma de hacer negocios en cada rincón, es básico. Por eso también se afianzan las relaciones entre escuelas. Esade, Georgetown y Getúlio Vargas, por ejemplo, acaban de firmar un acuerdo para un nuevo programa de “liderazgo para directivos de América Latina”: sesiones en Washington, Río de Janeiro, Madrid y Shanghái. Y entre una ciudad y otra, el programa se completa online. Desde cualquier rincón del mundo.
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