La quita de deuda griega evita activar por ahora los seguros de impago
La asociación internacional de 'swaps' y derivados no ve el pacto con la banca como un impago, pero queda pendiente su decisión si las pérdidas son forzadas
Lo que ha pasado en Grecia es de facto, una suspensión de pagos? ¿Tienen por tanto que activarse los seguros de impago con los que los inversores se cubren ante posibles pérdidas? El país ha llevado a cabo la mayor reestructuración de deuda de la historia al acordar con sus acreedores privados una suerte de condonación de unos 100.000 millones de deuda, la mitad de la que poseen, pero la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, en sus siglas en inglés) determinó este jueves que este pacto no supone un impago —o eso que la jerga financiera llama “evento de crédito”— y, por tanto, no deben por el momento activarse esos seguros o CDS (credit default swap).
La decisión, anunciada por este organismo de 815 firmas de inversión de 58 países, allana el camino a la parte privada de este segundo rescate financiero de Grecia. Este pilar del salvamento griego implica que los inversores privados —bancos y fondos de inversión— deben aceptar un canje de los bonos antiguos por otros que, a la postre, implican un recorte del valor nominal del 53,5% y provocan unas pérdidas reales del 75% para el sector.
Pero la ISDA deja la puerta abierta a replantearse su posición más adelante y advierte de que el caso griego está “aún evolucionando”. Las decisiones del jueves “no afectan al derecho o la capacidad para presentar más cuestiones” y no supone una visión del comité de si “un evento de crédito podría suceder más tarde”.
De hecho, queda por ver si la entidad mantiene su decisión en el caso de que la quita no sea voluntaria para todos los bancos y fondos inversores y el Gobierno griego active las cláusulas de acción colectiva (CAC). Estas CAC implican que si una amplia mayoría de los inversores aceptan el trato, el resto se ve forzado a aceptarlas y son, por ejemplo, el argumento en el que se basa la agencia crediticia Standard & Poor’s para justificar esta semana que considera a Grecia en una suspensión de pagos parcial.
Los inversores tienen hasta el 8 de marzo incluido para decidir si aceptan el trato y el 12 debería completarse el canje. De momento, el ISDA ha concretado que el canje de bonos helenos llevado a cabo por el Banco Central Europeo (BCE), que también es acreedor de Grecia, por nuevos títulos exentos de las pérdidas, tampoco implican de momento la activación de los seguros de impago, con un valor de unos 3.250 millones de dólares (2.440 millones de euros).
Pero queda mucho partido. “Siempre hemos pensado que el ISDA declararía el evento de crédito cuando las CAC se activen, y eso no pasará antes del 9 de marzo, cuando Grecia sabrá la tasa de participación en el canje y surgirá la ocasión de activar o no esas cláusulas”, advirtió a Reuters Nikolaos Panigirtzoglou, estratega de JPMorgan.
Además de esta aportación privada, el rescate pactado la semana pasada en Bruselas para Grecia inyecta con unos créditos internacionales por valor de 130.000 millones de euros que buscan reducir el peso de la deuda pública con relación al producto interior bruto (PIB) hasta el 120,5% en el horizonte de 2020, frente al 160% en el que se encuentra en la actualidad.
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