Otra vez las subvenciones al empleo
Los análisis ponen de manifiesto que los contratos incentivados no han contribuido a la creación de empleo o a la reducción del paro
Las sucesivas reformas que se han planteado en el mercado de trabajo español han venido marcadas por la implantación de medidas para subvencionar el empleo, pero ¿qué sentido tiene continuar gastando en bonificar el contrato indefinido cuando se ha demostrado que es un sistema de fomento del empleo ineficiente? Los análisis realizados sobre la efectividad de las bonificaciones ponen de manifiesto que los contratos incentivados no han logrado contribuir a la creación de empleo o a la reducción del paro, ni tampoco han conseguido disminuir la tasa de temporalidad.
También se ha demostrado que las bonificaciones generan considerables efectos de peso muerto y sustitución. El primero consiste en que el programa de política activa subsidia o bonifica a alguien que habría sido contratado de todas formas en ausencia de la medida; y el efecto sustitución consiste en que los trabajadores participantes reemplazan a otros no subsidiados sin efecto neto sobre el empleo.
Los contratos bonificados no han conseguido romper el estigma de la temporalidad
Por otra parte, la evidencia empírica muestra que los contratos bonificados no parecen conseguir romper el estigma de contratos inestables, ya que su duración media es menor que la de los contratos indefinidos no subvencionados. No hay que olvidar que estos contratos van dirigidos principalmente a aquellos colectivos más afectados por la temporalidad, por lo que su implementación puede estar sometida a dosis elevadas de inestabilidad ligada al propio puesto de trabajo.
Cabe preguntarse si no se estarán utilizando las bonificaciones en empleos poco productivos en los que la relación laboral no ejerce una influencia relevante sobre la productividad del trabajador. Por tanto, ¿qué más da fomentar el contrato indefinido si la relación laboral no es estable per se? ¿No tendría mayor alcance utilizar ese gasto en formar a los trabajadores o en invertir en I+D para que dejemos de tener empleos poco productivos en los que la elevada rotación no importa?
En una época en la que la creación de empleo vuelve a ser el problema primordial de la economía española, quizá haya llegado el momento de dejar de subvencionar las contrataciones de forma generalizada y, como alternativa, tratar de dirigir las bonificaciones a grupos muy concretos, por periodos de tiempo muy limitados y estableciendo un control estricto del comportamiento de las empresas. Los fondos que se liberen podrían dedicarse a otras medidas con un mayor impacto directo en el nivel de empleo, como es el caso de las políticas activas en formación.
Inmaculada Cebrián y Gloria Moreno son profesoras de Análisis Económico de la Universidad de Alcalá.
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