El Gobierno también empeora sus previsiones de paro para este año
Salgado presenta en el Congreso los Presupuestos para 2011.- Tres de cada cinco euros se dedica a gasto social.- La partida de intereses supera a la del personal
La reforma del mercado laboral que ha motivado la primera huelga general contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero reducirá la tasa de paro al nivel "de los países de nuestro entorno" a medida que la reactivación económica permita crear empleo. Pero, para eso, habrá que esperar. De momento, el persistente deterioro del mercado laboral ha obligado al Ejecutivo a hacer un ejercicio de realismo y revisar al alza sus previsiones de desempleo para este año, tal y como ya hizo hace una semana con la cifra esperada para el próximo ejercicio.
Según las nuevas previsiones incluidas en los Presupuestos Generales del Estado de 2011 que hoy han llegado al Congreso, el Gobierno admite que la tasa de desempleo, actualmente en el 20%, no podrá cerrar el año en el 19,4% de la anterior previsión, si no que lo hará en el 19,8%. Para 2011, cuando espera que se vuelva a crear empleo tras tres años a la baja, aunque apenas un tímido 0,3%, ya ha empeorado sus cálculos del 18,9% calculado en primavera al 19,3% actual.
Sobre la reforma laboral, el Ejecutivo estima que tendrá un impacto al alza en el PIB potencial de España de entre 2,9 y 4 puntos más gracias a la mejora en la productividad que en el empleo propiamente dicho. Además, prevé un impacto a la larga en la tasa de paro estructural, el equivalente al porcentaje de personas que se da por hecho que no van a entrar en el mercado de trabajo, de entre dos y cuatro puntos, lo que a su vez incidirá en la tasa de paro normal. También aventura que, siempre que el ciclo económico sea positivo, el avance de la productividad y la flexibilidad repercutirán al alza en los salarios.
Unos presupuestos "austeros"
En cuanto a las líneas generales del proyecto, Salgado ha insistido en numerosas ocasiones en que estos son unos presupuestos "austeros", pero que al mismo tiempo "van a marcar la diferencia", ya que darán el "impulso a la recuperación" necesario para poder crecer un 1,3% durante el próximo ejercicio y reducir el déficit al 6% del PIB, 3,3 puntos porcentuales menos que el dato esperado para finales de 2010 (9,3%). De este porcentaje, un 1,9% o 20.000 millones corresponden a la Administración Central, que es el al que se le reclama "un mayor esfuerzo", ha defendido la ministra.
En pos de la consolidación fiscal, la ministra ha recordado que los gastos no financieros previstos para 2011 caen un 7,9% hasta los 122.022 millones de euros. En realidad, la rebaja resulta muy inferior, del 3%, si se compara con el gasto real de 2010 una vez aplicados los ajustes decididos el pasado mayo. El tijeretazo más contundente afecta a los ministerios, cuyos recursos caerán un 16% de media. No obstante, el departamento de Ciencia sufrirá un "ajuste mínimo" del 1,6% sin tener en cuenta el descenso en las retribuciones del personal, según Salgado. El gasto no financiero del Ministerio de Ciencia e Innovación desciende un 4%, situándose en 2.135 millones de euros. Sin embargo, atendiendo al resto de políticas de I+D+I de otros ministerios, la partida baja en un 7%.
Por áreas de gasto, bajan todas menos dos, las pensiones, que suben un 3,6% pese a la congelación de aprobada para 2011, y el gasto financiero. En este último caso, el incremento de los intereses a pagar por el mayor volumen de deuda del Estado en circulación ha provocado que este apartado aumente un 18% frente a 2010 hasta los 27.420 millones. Con esta cifra, supera al epígrafe de gasto de personal de la Administración Central, que baja un 2,1% gracias a la disminución de sueldos de los funcionarios, y se acerca de forma vertiginosa a la partida del paro, que baja por primera vez ocho años a 30.611 millones. Con vistas a 2011, no obstante, las emisiones de deuda programadas se recortan un 35% tras el esfuerzo realizado este año.
Recorte en inversiones
También destacan el recorte en inversiones, del 33%, y, dentro de este, el de infraestructuras, del 40%. Además, el hecho de que la comparación se hace sobre los cálculos iniciales para 2010, una cifra que se ha visto reducida por los planes de austeridad puestos en marcha desde entonces, hace que la caída real sea mayor. Pese a ello, Salgado ha destacado que el plan de financiación público privada aportará unos 17.000 millones extra a este apartado, aunque los fondos se distribuirán durante varios años.
Pese a los recortes generalizados, la vicepresidenta ha resaltado que el conjunto del gasto social, que comprende desde la partida de pensiones a las prestaciones por desempleo -que baja un 1,6%- y las políticas de sanidad o educación; aumenta un 1,3% y, "por primera vez en estos años", alcanza el 58% del total del presupuesto consolidado con 183.231 millones. Un récord que, según ha añadido Salgado, pone de manifiesto el esfuerzo del Gobierno por mantener la cohesión social.
Por el lado de los ingresos, la ministra ha afirmado que los no financieros ascienden a 178.917 millones, un 5,7% más. Este incremento se explica, principalmente por la mejora de la recaudación impositiva. La recuperación de la actividad y las modificaciones fiscales, entre las que la reciente subida de impuestos a los más ricos es la que menos pesa, elevarán los ingresos impositivos un 6,2%. En concreto, de los 9.527 millones previstos de más, 4.890 millones provienen de los cambios fiscales -fin de los 400 euros, restricción de la deducción por vivienda, supresión del cheque bebé, entre otros- y el resto de la mayor actividad esperada. En cuanto al IVA, la subida del tipo del impuesto permitirá a las arcas del Estado ingresar 3.250 millones más.
Aumento de la presión fiscal
Sin salir del apartado de impuestos, Salgado ha admitido que estas medidas también aumentarán la presión fiscal. Desde el mínimo del 30,3% o el 30,4% de 2009, un nivel que en su opinión no se repetirá, este año se incrementará en un punto y, el próximo, sufrirá "otro pequeño incremento".
Según el calendario previsto, entre los días 5 y 7 de octubre se celebrarán las comparecencias en Comisión para que los responsables de los distintos departamentos expliquen sus partidas. Dos semanas después, se celebrará el debate de totalidad del proyecto de ley, con la votación de las enmiendas que se presenten. Entre el 2 y el 4 de noviembre volverá a debatirse en Comisión, que elaborar el dictamen que será elevado a Pleno entre el 10 y el 11 de noviembre. Posteriormente, se remitirá el texto al Senado y en el caso de que la Cámara Alta no introduzca enmiendas ni vete el proyecto, los presupuestos quedarán definitivamente aprobados.
Si el Senado aprueba modificaciones o veta el proyecto, éste habrá de volver a la Cámara baja, que podrá ratificar o rechazar las enmiendas y, en su caso, levantar el veto. La aprobación definitiva del proyecto de ley está prevista para los días 21 y 23 de diciembre.
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