_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Horizontes de productividad en España

El milagro de la expansión del pasado periodo, esto es de 2000 al 2007, es fruto de un modelo de crecimiento basado en fuertes dinámicas en sectores productivos intensivos en mano de obra. Sin embargo, el futuro de la economía española se presenta más incierto para la próxima década, esto es 2011-2020, descontando 2010 como año de transición para el empleo por el desfase de creación de puestos de trabajo que existe respecto al repunte efectivo del crecimiento, puesto que el motor de crecimiento, previsiblemente y aunque solo parcialmente podría desplazarse a un marco productivo en mayor medida vinculado a la innovación y al capital.

Efectivamente, el pasado periodo nos ha dado ratios de productividad bajos, de 0,5 puntos en promedio. En 2010, la ratio de productividad será positiva como ya lo ha sido en 2009, la crisis ha producido que la caída del empleo sea más fuerte que la caída de la actividad, obteniendo un dato artificialmente bueno.

La tendencia de futuro de la productividad laboral se acercará en promedio anual y del periodo 2011 - 2020 al 1%, resultado de crecimientos de la actividad productiva cercanos al 2% y del empleo del orden del 1% (una media de 200.000 nuevos empleos netos al año).

La mayoría de los sectores de actividad, incluyendo a la construcción, tendrán productividad positiva en el horizonte de medio plazo. El sector servicios será el que se mantenga en cotas más bajas de productividad, digamos que sin ser algo negativo, se puede entender como algo inherente a su propia actividad.

A corto plazo (2010-2011), el Panel sectorial de expertos de Ceprede (realizado previo a la Junta Semestral de Predicción) refleja una contención de la demanda interna como un problema que se acrecienta en un marco de debilidad financiera y presupuestaria, dificultando mejoras productivas necesarias para afrontar un alto nivel de competencia externa como el esperado. Realmente, las problemáticas y preocupaciones más tangibles de las asociaciones empresariales y empresas, como el acceso al crédito, el coste de las materias primas, las decisiones de inversión para renovación productiva, entre otras.

Un análisis de prospectiva indica que la nueva estructura productiva española queda enmarcada con unos sectores que aumentan su peso (como materiales para construcción, inmobiliarias y servicios a empresas, transporte y comunicaciones y, educación, sanidad y servicios sociales privados), obviamente por crecimientos superiores a la media, y otras actividades que además de ser dinámicas tienen un multiplicador de empleo elevado (como el comercio, industria de la madera, agricultura y actividades culturales y deportivas). Desde el punto de vista de la estructura del empleo, la construcción pierde representatividad a favor de los servicios a empresas y el comercio.

¿Qué se puede hacer para que incremente la productividad del factor trabajo?. El nuevo perfil de los investigadores en la nueva Ley tiene mucho que aportar permitiendo la transferencia de conocimiento entre universidad y empresa. Los ratios de educación comparados con la media europea ya son elevados, lo interesante es potenciar las capacidades que se necesitan en los puestos de trabajo. Por ejemplo, las encuestas sobre la materia indican que los idiomas, la capacidad para resolver problemas o las habilidades para comunicarse, ... siguen siendo asignaturas pendientes en los equipos de trabajo de las organizaciones.

Por tanto, es clave apoyar la formación profesional, hacer énfasis en las políticas activas de empleo, y establecer espacios para la formación continua del profesional.

La mejora de la productividad implica una mayor proporción de ocupados con cualificación media y alta, con una preparación bien orientada y adaptada a las nuevas tendencias y necesidades. Sin lugar a dudas en la nueva etapa del siglo XXI el capital humano es un factor determinante de la competitividad, la cual no puede conseguirse sin la incorporación de capital humano en la transformación del potencial de la innovación en realidades productivas.

*Milagros Dones es directora del área sectorial de CEPREDE (Centro de Predicción Económica) y profesora titular de Economía Aplicada, Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Juan José Méndez es director de estudios y yroyectos de CEPREDE y profesor asociado de Economía Aplicada, Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_