Iberia ha abierto expediente a 41 pilotos por la huelga de celo que mantienen desde hace días, han confirmado a esta web desde la aerolínea. Un conflicto laboral que ha provocado «de forma artificial» retrasos en el aeropuerto de Barajas (Madrid), según la compañía, y ha llevado a la desesperación a miles de personas en estos días de vacaciones navideñas. Esta semana se conocerá, en función de la gravedad de los hechos, las sanciones a los pilotos, que pueden ir desde la suspensión de empleo y sueldo, rebaja de la categoría, en el caso de los comandantes, o el despido. La compañía asegura que posee pruebas que demuestran los retrasos deliberados. Fuentes del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) citadas por la agencia Europa Press han tachado de «falsos» estos datos, ya que la compañía «tuvo que cerrar los primeros expedientes por falta de pruebas». La supuesta huelga de celo está promovida por el Sepla tras la ruptura de las negociaciones para la renovación del convenio colectivo el pasado 4 de diciembre. Iberia estima que esta situación ha motivado en diciembre la cancelación de más de 500 vuelos y más de 5.000 retrasos, afectando a cerca de un millón de pasajeros. Este lunes, la compañía ha reanudado las negociaciones con los pilotos pero sigue sin llegarse a un acuerdo. Los pilotos han pedido a la compañía que acabe con esta situación y que ponga los «medios suficientes» para ello. En la reunión, también han pedido a la compañía que siga operando en la T-4 de Madrid-Barajas y que crezca «proporcionalmente» pese a la probable fusión con British Airways. Sin embargo, desde la aerolínea se acusa al Sepla de tratar de «desviar la atención» de una situación «mucho más grave». El próximo miércoles volverán a verse las caras en la mesa de negociación. Mientras, las largas colas que ocuparon durante el fin de semana el vestíbulo del aeropuerto de Barajas se repitieron por la mañana en la T-4 de Madrid, donde AENA se ha visto obligada por la niebla a reducir de 49 a 30 los aterrizajes por hora toda la mañana, con un retraso medio de 20 minutos. Además, ha agravado las demoras en Iberia, que ha cancelado este lunes al menos 10 vuelos y registra retrasos en el 60% de sus operaciones por la huelga de celo de sus pilotos. Por la tarde la situación ha mejorado, aunque sin normalizarse por completo. En cuanto a la situación de Barajas, el gestor aeroportuario ha reconocido que las condiciones meteorológicas de intensa niebla y el mal tiempo en el resto de Europa han condicionado su operatividad hasta las 12.00, pero ha precisado que el aeródromo ha funcionando «a pleno rendimiento» y con todos los operadores en sus puestos de trabajo. En este sentido, la Directora de Navegación Aérea, Carmen Librero, ha asegurado que no hay ningún conflicto abierto con este colectivo después de que la baja médica a última hora de ocho de ellos provocase graves retrasos durante las pasadas jornadas. Para paliar los efectos de todas estas alteraciones entre los pasajeros, la aerolínea ha optado hoy por alquilar ocho vuelos a otras compañías aéreas. Regulación de la huelga Ante el hartazgo de los viajeros afectados por las demoras, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha anunciado que pedirá al Gobierno que afronte en esta legislatura la regulación del derecho de huelga y en especial los límites en el caso de aquellas que afectan a los servicios esenciales, como el transporte público. Desde primera hora de la mañana, numerosos viajeros de Iberia hacían fila en sus mostradores de atención al cliente de la T-4 para reclamar por la cancelación de sus vuelos y señalar que se sienten «desprotegidos» ante la falta de información. Este era el caso de Elba, una uruguaya a quien cancelaron su vuelo de ayer domingo hacia su país de origen y que tuvo que pasar la noche en un hotel de Guadalajara. «Me han llevado como ganado», denuncia antes de añadir que en el hotel les «trataron bastante mal. »No nos dieron ni un vaso de agua. Había mujeres con sus hijos y sin pañales. Esto ha sido una vergüenza, reprocha. De la misma opinión, Álex, un joven valenciano que tuvo problemas tanto para ir como para volver a Berlín con Iberia, critica que la compañía no le haya dado «ninguna razón» de sus cancelaciones y ha confiado en que, «como mínimo», le devuelvan el importe de los billetes ya que, a su juicio, «los dos días de trasiego entre aeropuertos» están perdidos. Perder cuatro vuelos Asimismo, un hombre que viajaba junto a su familia hacia Tánger, José Ángel, ha explicado que ya había perdido cuatro vuelos por culpa de los retrasos y cancelaciones por parte de la compañía y ha asegurado que había sido «un desastre» cómo les habían tratado. «No dan ninguna información y no hay suficientes ventanillas. No puede ser que tengas que estar horas en las colas para hacer reclamaciones». Por último, David, un joven madrileño que ya tenía que estar en Francia junto a sus doce compañeros de vuelo que viajaban con él, ha reivindicado que Iberia facilite más puestos de atención al cliente y con trabajadores más preparados. «La chica de atención al cliente no hablaba ni inglés y tuve que traducir yo», ha añadido.
