La petrolera estatal boliviana y Repsol YPF reanudarán el diálogo sobre nuevas inversiones

La empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la hispano-argentina Repsol YPF reanudarán la próxima semana las conversaciones sobre las nuevas inversiones de la segunda en este país. Así lo declaró ayer el presidente de YPFB, Jorge Alvarado, que también indicó que esas conversaciones no serán obstaculizadas por la renuncia del máximo ejecutivo de Andina, filial boliviana de Repsol YPF, el español Julio Gavito.

Andina, Gavito y otros ejecutivos de la empresa están siendo investigados por la fiscalía por una denuncia de contrabando de petróleo, pero ese proceso tampoco afectará a las nuevas inversiones, dijo Alvarado.

Los proyectos nuevos que analizan las dos petroleras desde mediados de febrero pasado son un gasoducto en el centro de Bolivia, una planta de procesamiento de gas y una instalación para fabricar urea (fertilizante nitrogenado sólido derivado del petróleo). Los dos primeros demandarán una inversión de cerca de 150 millones de dólares, mientras que para la planta de urea aún no se ha hecho un cálculo, aunque técnicos de Repsol anticiparon que "sería la más grande del mundo", dijo Alvarado.

Según conversaciones preliminares, YPFB y Repsol serán socias en esas iniciativas, en el marco del nuevo papel que desempeñará la petrolera estatal en el sector de hidrocarburos, por decisión del presidente boliviano, Evo Morales.

Alvarado insistió en que las conversaciones para nuevas inversiones no se frenarán por las denuncias contra Andina y Gavito, que llevaron a la detención de éste la semana pasada y han tensado las relaciones de Bolivia con España. "Eso no tiene nada que ver. Ése es un problema de la empresa con el poder judicial, de suerte que en las negociaciones no puede influir ese aspecto", apuntó. "Si no van a suceder otros imprevistos como los que han sucedido, con seguridad que nos estamos reuniendo la próxima semana", agregó.

Alvarado aún no sabe si la reunión será con el nuevo presidente de Andina, el también español Luis García Sánchez, que era hasta ahora directivo en Perú y llegará pronto a Bolivia, o sólo con personal técnico de la empresa.

El Gobierno boliviano ultima un plan de nacionalización del gas y el petróleo que puede estar listo en la primera quincena de abril, antes del plazo máximo fijado por Morales, el 12 de julio.

Alvarado ratificó ayer que parte del plan consiste en que las empresas extranjeras firmen nuevos contratos para actuar en Bolivia, y en acciones "para la recuperación física de todos los hidrocarburos".

Esa medida supondrá que empleados de YPFB trabajarán y tomarán medidas de fiscalización en los yacimientos junto con los técnicos de las firmas privadas, pero "en la parte operativa van a continuar las empresas", apuntó.

El presidente de YPFB también ratificó la intención de aumentar la participación estatal en las empresas privatizadas parcialmente durante la década pasada, para tener más del 50%, aunque descartó que sea a través de la compra de acciones. Entre esas compañías están la filial de Repsol YPF Andina, Chaco, del grupo British Petroleum, y la transportadora de hidrocarburos Transredes, participada parcialmente por un consorcio formado por Enron y Shell.