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Fomento propone una subida de tarifas del 3,3% en los autobuses interurbanos

Las principales compañías piden que sea del 3,7% y que se produzca en dos semanas en lugar de en diciembre como pretende el Gobierno

Las principales compañías autobuses que realizan transporte interurbano de viajeros han reclamado al Gobierno que les permita encarecer los billetes por el aumento del precio del petróleo. Fomento propone un aumento del 3,3% desde el 1 de diciembre, pero las empresas de autobuses exigen un incremento del 3,77% que se pueda aplicar de forma casi inmediata, el próximo 15 de noviembre.

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El encarecimiento propuesto ahora por Fomento se sumaría al incremento del 3,04% aplicado en el primer cuatrimestre de este año, en virtud de revisión de precios que las empresas del sector realizan cada 1 de abril. La subida prevista para diciembre se articulará como un adelanto a cuenta de la que corresponda realizar el 1 de abril de 2006 en función de la mencionada fórmula.

Fomento ha remitido a las principales empresas del sector un proyecto de Orden Ministerial en la que se detallan estas propuestas, que las compañías consideran insuficiente. Asintra apunta que la subida debe ser del 3,77% "si se toma como referencia el peso real del carburante en la estructura de costes" del sector. La Federación Empresarial de Transporte en Autobús (Fenebús) aseguró que el aumento propuesto no cubre el sobrecoste derivado del incremento del gasóleo y que, para compensar este encarecimiento, debería ser de al menos el 5%, según ha explicado el director de esta patronal, José Luis Pertierra.

Asintra solicita además que la revisión de tarifas entre en vigor el próximo 15 de noviembre, por estimar que debe realizarse cuando antes, dado que el sector acumula diez meses "de fuertes y constantes alzas del precio del gasóleo". En su opinión, las empresas "están cargando directamente contra sus cuentas de resultados el alza del gasóleo por el gran desfase que acumula el precio del combustible y las tarifas".

Ambas patronales coincidieron en la necesidad de modificar la actual fórmula de revisión anual de tarifas para introducir una cláusula de revisión o factor corrector que permita actualizarlas de forma automática en el momento en que alguna de las partidas que componen su estructura de costes registre una variación importante que cifran en al menos un 10%.

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