Caruana aboga por reducir la diferencia de costes y precios para garantizar la competitividad
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, ha reconocido el buen punto de partida de la economía española para resolver los riesgos que se advierten en cuanto a la competitividad. Al respecto, ha abogado por favorecer una convergencia real con los países de la zona euro y otras economías avanzadas en lo que se refiere a precios y costes, ya que el diferencial español es más alto, en torno al 1,3 y 1%, respectivamente.
Aunque afirmó que España debe mantener los esfuerzos para converger, desaconsejó que esa estrategia competitiva se base únicamente en diferenciales de coste respecto a economías avanzadas, ya que los países de reciente industrialización pueden superar fácilmente esta ventaja.
Así, Caruana, que ofreció hoy una conferencia en la Cámara Navarra de Comercio e Industria, defendió que la economía española se flexibilice y se especialice en sectores que tengan mayor nivel tecnológico y una consiguiente mayor demanda internacional.
Al respecto, advirtió sobre el hecho de que la mayor parte de las exportaciones españolas se dirijan a la zona euro, que está "perdiendo peso global". También propuso que los sectores con menor contenido tecnológico se decanten por la diferenciación de productos y la calidad.
Daño a las exportacionbes e importaciones
En Pamplona, Caruana reiteró que ya se están detectando síntomas perjudiciales para la competitividad en aspectos como las exportaciones e importaciones. "España está empezando a tener menos capacidad de penetración en el exterior y no crece tanto como crecen los mercados exteriores", indicó. Indicó que "si los salarios no se forman de una manera diferenciada acaban presionando a los costes de los sectores que tienen que exportar". "Los precios y los costes en una economía como la española, con un patrón de tecnología media, hacen que las exportaciones sean sensibles a estas variaciones", añadió.
Igualmente, las importaciones están creciendo "a un ritmo muy notable", mayor que el del PIB. El déficit por cuenta corriente se ha duplicado en 2004 y ha alcanzado el 5% del PIB. "Es un déficit importante y puede estar indicando debilidades competitivas que si no se corrigen pueden obstaculizar el crecimiento y la creación de empleo", comentó. También ha perdido peso relativo el turismo.
Para corregir esta situación, Caruana abogó por reducir los diferenciales de precios y costes y por favorecer la incorporación de avances tecnológicos, que se incorporan en la economía española con "dificultad". También reclamó una mayor formación del capital humano y se refirió a la necesidad de acometer una reforma del mercado de trabajo.
Lento progreso técnico
Según expuso, la "lenta" incorporación del progreso técnico en el entramado productivo y la "insuficiente" adaptación del capital humano a nuevas técnicas lastran la productividad a medio y largo plazo y explican, según Caruana, "el estancamiento que ha podido experimentar esta variable en la economía".
Así, insistió en la necesidad de una mayor flexibilidad del mercado, capitalización tecnológica y formación de mano de obra. "Sin la productividad es difícil garantizar compatible los incrementos de costes asociados al nivel de bienestar y existencia de estabilidad de precios y competir en mercados internacionales", dijo.
A la conferencia, que tuvo lugar en el marco de una comida, asistieron el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, varios consejeros, el delegado del Gobierno, Vicente Ripa, miembros de las asociaciones empresariales CEN y AJE, así como destacados miembros del mundo de la empresa o la Justicia, parlamentarios y diputados y senadores.
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