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EE UU confirma que estudia abrir la reserva estratégica de petróleo

Varias refinerías lo han solicitado debido a los cortes provocados por el huracán "Ivan"

La Casa Blanca ha anunciado hoy que estudia las peticiones de varias refinerías para tomar prestado crudo de la reserva estratégica de petróleo debido a los cortes que ha causado el huracán "Iván" en los suministros desde el Golfo de México.

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, ha declarado hoy que "Iván ha limitado el acceso de las refinerías a los suministros de crudo", tanto del extraído en el Golfo como del importado.

McClellan ha explicado que varias refinerías han solicitado tomar prestado "durante un corto período pequeñas cantidades de petróleo" de la reserva estratégica, que actualmente acumula unos 670 millones de barriles de crudo. El Departamento de Energía ha recibido esas solicitudes y la Casa Blanca estudia la situación con esa secretaría, ha añadió el portavoz.

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Hasta ahora, la Casa Blanca ha rechazado las peticiones de la oposición demócrata para abrir esa reserva, o al menos dejar de reponer crudo, para tratar de contrarrestar el alto precio del petróleo, que durante este año ha marcado varios récords y actualmente se cotiza en Nueva York a más de 48 dólares el barril.

McClellan ha afirmado que el gobierno de Washington siempre ha dicho que la reserva estratégica sólo debería usarse en caso de emergencias, como la interrupción del suministro.

Bush pone freno a la reserva

El presidente estadounidense, George W. Bush, criticó duramente hace cuatro años a su predecesor, Bill Clinton, por abrir de forma limitada la reserva, algo que consideró una medida política para ayudar al demócrata Al Gore en la elección presidencial de 2000.

El Departamento de Energía anunció la víspera que las reservas de crudo en manos privadas en EEUU bajaron en 9,1 millones de barriles durante la semana pasada, un 3,3 por ciento con respecto a la semana anterior.

Este descenso, mucho más pronunciado de lo habitual, se debe a que el huracán "Iván" causó una considerable reducción de las importaciones de petróleo, especialmente de las procedentes de Venezuela, y el desalojo de numerosas plataformas petroleras en el Golfo de México.

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