Yukos advierte de que su liquidez sólo le permite resistir hasta mediados de agosto
El gigante ruso podría declarar la suspensión de pagos a raíz de la última demanda por evasión fiscal
El gigante Yukos ha vuelto alertar hoy de que tendrá que declarar la suspensión de pagos pronto si no consigue recaudar dinero. "La compañía ha podido cubrir su déficit monetario en julio y no podría seguir haciéndolo más allá de mediados de agosto", advierte en un comunicado la mayor petrolera rusa en términos de producción, con una capacidad a ese respecto como la de Libia.
La firma mencionó en el texto sus esfuerzos por solucionar la disputa con las autoridades por una deuda impositiva, que ronda los 7.000 millones de dólares en concepto de impuestos adeudados durante 2000 y 2001, y alertó de que "si dichas medidas no logran el resultado buscado, se verá obligada a declarar la bancarrota".
Las acciones de la compañía han marcado hoy mínimos de 30 meses, hasta tocar un precio de 5,10 dólares cada una en la bolsa de Moscú después de trascender la nota. El temor se veía reflejado en el retroceso de las mismas, de hasta un 15%. La compañía también adelantó que no espera recibir dinero por la venta obligada por las autoridades rusas de su mayor subsidiaria, con la que obtendrán 3.400 millones en concepto de los fondos que Yukos adeuda.
Búsqueda desesperada
"La gerencia de la compañía se está esforzando por recaudar fondos adicionales para pagar, lo antes posible, el pasivo impositivo y financiar las actuales operaciones", admite el comunicado. "Sin embargo, si estos esfuerzos resultan infructuosos y Yuganskneftega es vendida, la gerencia se vería obligada a anunciar la bancarrota de la mayor compañía petrolera de Rusia", agregó.
El presidente financiero de Yukos, Bruce Misamore, cifró en rueda de prensa en más de 30.000 millones de dólares la valoración que la firma ha hecho de su filial Yugansk, que representa el 60% de la producción de todo el grupo.
Los analistas han incidido en que la eventualidad de la quiebra podría materializarse desde que su principal accionista y ex presidente ejecutivo, Mijail Jodorkovsky, fue encarcelado por cargos de fraude y evasión de impuestos. A través de sus abogados, el principal accionista de la petrolera ha manifestado que está dispuesto a aceptar que un representante del Estado ocupe el puesto de presidente del consejo de administración de la compañía.
Los problemas de la compañía son vistos por muchos como parte de una campaña del presidente Putin para reafirmar el control del Estado en el sector energético, donde no se espera que los gigantes empresariales occidentales logren una porción del pastel que saldrá a la venta.
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