El TDC impone a Telefónica la mayor multa de su historia por bloquear el cambio de operador
Deberá pagar 57 millones de euros como resultado de una denuncia de Astel por poner trabas a la libre elección de compañía telefónica
Defensa de la Competencia ha sancionado a Telefónica a pagar 57 millones de euros por considerar que aprovechó su posición de dominio en el mercado para dificultar la libre preasignación de operador telefónico. El Tribunal insta además a la compañía, que ya ha asegurado que recurrirá la multa, a que se abstenga en lo sucesivo de realizar tales prácticas, "que ha mantenido a lo largo de todo este tiempo y no han cesado durante la instrucción del expediente".
La Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones (Astel) presentó, en diciembre de 2001, una denuncia contra Telefónica de España ante el Servicio de Defensa de la Competencia por considerar que abusaba de su posición dominante en materia de preselección de operador, sistema que permite al usuario hacer llamadas con una compañía distinta de Telefónica sin necesidad de marcar un prefijo.
La multa impuesta a la compañía presidida por César Alierta es la mayor en la historia del Tribunal. Pero podría incluso haber sido mayor. En su exposición de motivos, Competencia esgrime que Telefónica cerró 2003 con una facturación de 3.800 millones, por lo que la multa podría haber sido de 380 millones, el 10%, aunque finalmente se ha quedado en el 1,5%. Para el presidente de la operadora, ésta es no obstante "desproporcionada, anormal e inmoderada desde el punto de vista de la jurisprudencia" que, dice, no es la primera vez que ha permitido el archivo de expedientes de este tipo una rebaja de la cuantía a pagar.
Además de la sanción económica, el organismo dependiente de Economía destaca el carácter masivo de la conducta de la operadora; la duración, de casi cuatro años; el momento de inicio de la misma, justo el de la liberalización, con lo que la posición asimétrica de la compañía y de los competidores es mayor; y el carácter reiterado de la conducta.
Los "riesgos" de cambiar de operadora
El detonante de la denuncia de Astel fue la campaña iniciada por Telefónica hace tres años, advirtiendo a sus clientes de los "riesgos" de cambiar de compañía. Fue entonces cuando se puso en marcha la liberalización del sector. Con el sistema de preasignación, los usuarios que quisieran utilizar otra operadora para realizar una llamada podrían hacerlo sin anteponer un código antes del número de teléfono. Para evitar perder clientes con su marcha a otras empresas del sector, Telefónica envió una serie de cartas en las que advertía a sus clientes del riesgo que corrían si cambiaban de operador. Hoy, Alierta alegaba que España es el país europeo con mayor porcentaje de preasignación.
La sanción de Competencia obliga ahora a Telefónica a retractarse de aquella campaña mediante mailings a todas las empresas a la que ha enviado cartas con contenido anticompetitivo, indicando que la preselección de operador no supone ninguna implicación negativa en términos de calidad de servicio telefónico básico, mantenimiento de la línea, recepción o precio de los servicios suplementarios.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera ejemplar y sólo siente que haya tardado dos años. Su director general, José María Múgica, sostiene que, aunque la multa es muy elevada, "no es tan espectacular" si se compara con la facturación de la compañía. Por su parte, la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) lamenta que el TDC se haya negado a multar a otras operadoras, que también cometen "irregularidades" en los contratos de preselección.
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