La UPA asegura que los pedidos de aceite de oliva han caído un 62% en una semana

Moraleda ha hecho estas declaraciones en el terminal de internacional del aeropuerto de Barajas, donde la Diputación de Jaén reparte hoy botellitas de aceite de oliva y folletos informátivos sobre sus beneficios para la salud, "en un momento en el que se ha creado una alarma desproporcionada", según Pilar Castro, vicepresidente segunda de la Diputación jienense.

El responsable de la UPA no ha ofrecido cifras sobre las pérdidas que el sector habría experimentado en la última semana y ha explicado que los países árabes y Japón han cerrado sus fronteras a la importación de aceite de oliva, en un momento en el que "había una tendencia de incremento de operaciones".

Recuperar la confianza

Con la decisión de repartir hoy 75.000 botellitas de aceite de oliva -más de 1.800 litros- y folletos informativos en los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Málaga, Moraleda ha explicado que se trata de "hacer recuperar la confianza del consumidor extranjero, ya que no conoce la diferencia entre el de orujo y el de oliva y, llegado el caso, sólo habla de aceite español".

"En los mercados exteriores descansa el futuro de este sector, porque el único producto en el que somos líderes mundiales de producción en España es en el de aceite de oliva", ha señalado, para añadir que a la población española "hay que convencerla de que esto no tiene nada que ver con la colza".

Sobre la retirada del aceite de orujo del mercado, Moraleda ha negado estar en contra de que "se actúe para defender el interés general de los consumidores" y ha asegurado que "esto no es un conflicto entre consumidores y productores, como se quiere hacer ver".

A juicio del representante de la UPA "es un conflicto que tiene el presidente del Gobierno, José María Aznar, en su Consejo entre cuatro ministros a los que nadie coordina y una ministra, la de Sanidad, Celia Villalobos, que no solo no arregla los problemas que tiene encima de la mesa, sino que crea otros".

Piden una gran campaña

En este sentido ha pedido a Villalobos que "deje de hacer ese papel, porque no va a haber muertes por benzopireno, sino desaparición de una actividad y muertes económicas, porque no se puede estar en estas condiciones en un mercado que es tremendamente competitivo y detrás de una botella de aceite hay miles de familias en una situación muy complicada".

Por su parte, Pilar Castro ha anunciado nuevas acciones como las de hoy y ha pedido a la Administración central que "haga una campaña a gran escala para explicar la diferencia entre el aceite de oliva y el de orujo, porque es mucho lo que nos jugamos".