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Concentración vecinal contra la inundación de A Frouxeira

Los vecinos amagaron en la protesta con abrir por su cuenta un canal

"Hace tres semanas que tenemos el pueblo inundado adrede, porque les da la gana". Los vecinos de Valdoviño no disimulan su enojo con los responsables políticos y entre ellos ha calado la impresión de que la Xunta, el Ayuntamiento y la Demarcación de Costas los han dejado solos en su lucha contra el agua de un lago desbordado que se ha tragado parte del paseo marítimo de A Frouxeira y bloquea la entrada a 22 casas.

Unos 350 vecinos se concentraron ayer a mediodía en el aparcamiento de la playa con un megáfono acoplado a un coche y varias pancartas de protesta en las que culpan a los "expertos" -categoría que atribuyen a los gobernantes, técnicos y ecologistas- de la situación de un humedal rebosante. Tampoco se escapa de sus críticas feroces el alcalde popular, José Antonio Vigo Lago, al que acusan de hacerse el sueco y escurrir el bulto. "Dice que no es de su competencia, y punto. Es su frase favorita", resume uno de ellos.Fernando Villar, portavoz de los afectados, sostiene que la mitad del sistema dunar está sumergido bajo un manto de agua dulce y salada que también ha sepultado la zona de nidificación de las aves y varios prados. Las fincas afectadas son 12 (cuatro de ellas son casas de veraneo) y todas están en la primera línea del paseo de la laguna. Aunque el agua no ha entrado en las viviendas (por la pendiente del terreno), el líquido se ha colado en las parcelas encharcando maceteras y bloquea desde hace casi un mes el único acceso asfaltado para los coches.

Es la primera vez que la Xunta no permite abrir una gavia manual

La víspera de Nochebuena los propietarios afectados iniciaron un encierro que mantienen en la planta baja del consistorio donde han tomado las uvas y el roscón de Reyes. El 28 de diciembre, la Xunta empezó a colocar grandes sacos de arena de cantera ante las fincas inundadas y desplazó cinco bombas que achican agua las 24 horas del día. Para los afectados, la solución que ha puesto en práctica Medio Rural es un simple "parche", costoso, insuficiente y mal planificado que no resuelve el problema del desborde.

La laguna litoral de Valdoviño es uno de los parajes más singulares de la costa gallega, paraíso de las aves migratorias y uno de cinco humedales de España catalogados y protegidos por la comunidad internacional. Una estrechísima barrera de arena de unos 30 metros de ancho separa el lago del mar y sella los aliviaderos naturales por donde antaño rebosaba la albufera.

Con las lluvias del otoño, el nivel del agua empezó a subir y llegó a su tope histórico a mediados de diciembre. Sin desagüe natural, que fue modificado por una barrera de piedras colocada para frenar el fuel del Prestige, la laguna se ha expandido sin control hacia los lados.

Es la primera vez en décadas que la Xunta no permite abrir un canal manual para aliviar la presión hídrica sobre las casas. La Unión Europea se lo ha prohibido tras comprobar que en 2009, una obra autorizada por la dirección general de Conservación da Natureza y ejecutada por personal municipal, abrió una zanja excesivamente ancha que prácticamente vació el lago. Durante meses, el humedal protegido de A Frouxeira quedó reducido a un semidesierto de arena y charcos. Animados por el éxito de la protesta, los vecinos amagaron ayer con abrir por su cuenta un canal. La vigilancia de varias patrullas de la Guardia Civil los hizo desistir.

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