Reportaje:el legado del alcalde

¿Cuál será el Madrid de Gallardón?

Un recorrido por algunos de los elementos de la ciudad por los que se recordará al último alcalde

Madrid - 24 dic 2011 - 07:00CET

A Tierno Galván se le recuerda por la movida y por sus bandos. A Álvarez del Manzano, por sus villancicos desafinados. ¿Pero por qué cosas será recordado Alberto Ruiz-Gallardón? ¿Qué elementos quedarán como su legado en la capital? Una ciudad renovada y con las arcas vacías. Un centro apto para peatones y una boina de contaminación. De Madrid Río al Palacio de Cibeles, pasando por Matadero, este es un recorrido por el legado de quien fue alcalde de Madrid entre 2003 y 2011.

El parque del río

- Madrid Río, una alfombra de ocho kilómetros que acompaña al Manzanares a su paso por el suroeste de la capital, fue el colofón de la reforma de la M-30. El parque a lo largo del río costó 410 millones y acoge la playa que la ciudad siempre soñó.

La tuneladora

- El tamaño de las dos tuneladoras (15,2 metros de diámetro y 4.367 toneladas de peso y altas como una casa de cinco pisos) dan idea de la envergadura del soterramiento de la M-30 que costó más de 3.600 millones. Los tribunales han anulado varios tramos por carecer de un informe de impacto ambiental.

El alcalde del granito

- Callao, Sol, Ópera... Gallardón ha gastado 15 millones en la peatonalización y reforma de varias plazas de la capital. Los expertos critican el exceso de granito. Solo Fuencarral y Sol suman 20.000 metros cuadrados de este pavimento.

El Ayuntamiento es un palacio

- El Ayuntamiento de Madrid se ha desplazado 1.600 metros desde la antigua sede de la plaza de la Villa, donde estuvo durante los últimos cuatro siglos, hasta el Palacio de Cibeles. Gallardón decidió convertir el antiguo edificio de Telecomunicaciones y Correos en un emblema municipal. Gastó 140 millones en las obras para convertir Cibeles en un museo con oficinas municipales.

La ciudad de la cultura

Matadero quedará como buque insignia del legado cultural de Gallardón. Un colosal centro de creación (110 millones de inversión) ideado por un alcalde cuya pasión personal por las artes deja una infraestructura (Conde Duque, CentroCentro...) más que valiosa.

La obsesión olímpica

- Gallardón recogió a regañadientes el testigo de Álvarez del Manzano para que Madrid organizara los Juegos Olímpicos de 2012. El éxito de la candidatura, pese a no ser elegida, y el impulso internacional y mediático que recibió la ciudad sirvió para convertir la apuesta olímpica en un sueño para el alcalde. Madrid estuvo cerca de lograrlo en 2016. Aún le queda la reválida de 2020.

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